El director de la Cátedra Prasa de Empresa Familiar, José Javier Rodríguez Alcaide, aseguró ayer que este tipo de sociedades se caracterizan en Córdoba por que prestan poca atención a la internacionalización y a las exportaciones, mientras que sí centran sus esfuerzos en la consecución de beneficios y en la cuota de mercado. Rodríguez Alcaide, que disertó ayer sobre los empresarios visionarios en el acto de clausura del curso académico, resaltó que estas organizaciones consideran asuntos importantes, aunque no críticos, los relacionados con la sucesión y el buen funcionamiento del consejo de administración, mientras que sí estiman fundamentales los resultados económicos y el grado de compromiso de los accionistas y familiares.

NIVEL FORMATIVO

Según los datos avanzados por Rodríguez Alcaide, de las 236 personas que han pasado en los tres últimos años por la cátedra, dos terceras partes son hombres y una tercera mujeres. De los asistentes, el 38% tiene formación universitaria, el 13% ha cursado FP y un 35% posee estudios de bachillerato, lo que demuestra, según precisa, un nivel de formación superior al patrón medio andaluz.

El profesor de la Universidad de Córdoba indicó en su ponencia que los fundadores de una dinastía familiar y empresarial "son visionarios dotados de un carácter muy fuerte". En este sentido, precisó que los fundadores suelen confiar en sus hijos para continuar el negocio y ampliarlo. Normalmente, "reparten la propiedad de modo igualitario entre sus hijos, pero luego quieren que uno lidere el grupo de hermanos". No obstante, advierte de que cuando muere el visionario fundador, "no se podrá seguir adelante sin un buen gobierno capaz de diferenciar los asuntos familiares de los empresariales y los de los tenedores del capital".

Durante el último curso académico han pasado por la cátedra un total de 40 empresas familiares de distintos sectores.