La Cátedra Intercultural Córdoba Ciudad de Encuentro y Farmamundi celebraron recientemente la conferencia Desigualdades de género en la salud: el reto de un derecho universal y la inauguración de la muestra fotográfica Mujer y salud, acercándonos a Mali. La muestra presenta el trabajo de promoción de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y menores en la región de Kayes (Malí). Carmen Guisado, enfermera y responsable de Farmamundi en Córdoba, presenta las iniciativas que lleva a cabo la oenegé.

-¿Qué medidas sanitarias se están llevando a cabo en Mali gracias al Ayuntamiento de Córdoba?

-Nosotros siempre trabajamos con contraparte. Cuando vamos a esos países, lo que pretendemos es formar al personal de allí. En concreto, estamos trabajando con la asociación Iamaneh, que lleva trabajando mucho tiempo en la zona del Congo. Lo que estamos haciendo es ampliar la formación del personal sanitario, les estamos dotando de material médico necesario tanto para la salud primaria como para la salud sexual reproductiva. Estamos reforzando también la red comunitaria de agentes en salud y así sensibilizamos sobre las consecuencias de la práctica de la mutilación genital femenina, que asciende al 98% de las mujeres en esa zona.

-¿Cómo se forja la colaboración con la asociación Iamaneh?

-Nosotros presentamos un proyecto de cooperación internacional al Ayuntamiento de Córdoba. Lo aprobaron y nos pusimos en contacto con ellos para ver qué necesidades tenían. Dependiendo de eso, le ofrecimos nuestra ayuda, sobre todo económicamente. Y les aportamos también personal técnico del mundo de la salud. Tenemos garantías de que Iamaneh utiliza adecuadamente nuestros recursos. Esta asociación tienen total libertad para desarrollar los programa en función de donde crea que sea más necesario.

-¿Cuáles son los principales problemas a los que se tienen que enfrentar las mujeres en estas regiones?

-Mayoritariamente, la pobreza que hay en esa zona. También el nivel de muerte materna es muy alto. Muy pocas mujeres sobreviven con secuelas de la fístula obstétrica, un orificio entre el canal del parte y la vejiga o el recto. Eso está provocado por una mala asistencia sanitaria a la hora de dar a luz. Solamente el 0,2% de las mujeres con las que hemos trabajado ha declarado sufrir esta enfermedad, ya que existe un gran rechazo social hacia las mujeres que lo sufren. En muchos casos, hasta las repudian. Las distancias son enormes en Mali, algunas mujeres tardan días en llegar al hospital.

-¿Hay poca concienciación social sobre este tema cuando ocurre más allá de nuestras fronteras?

-Si. Cuando yo le explico esto a mis alumnos, les digo que este problema se ve como algo lejano a nosotros, pero no es verdad. Eso también está ocurriendo aquí. Trabajo también con la zona del distrito sur en Córdoba y puedo decir que he recibido a niñas de 16-17 años para que las mandemos a planificación familiar por que no se quedan embarazadas. Su cuerpo no está desarrollado y no está preparado para tener hijos. Es un ejemplo de que en Córdoba capital también suceden casos así.

-¿Qué puede hacer una persona para colaborar y contribuir a la causa?

-En el ámbito de la salud, de mi trabajo y como coordinadora de Farmamundi aquí, lo que hacemos es educación de desarrollo. Desde poder hacerse voluntario a asistir a diferentes talleres que hacemos en la ciudad y diferentes espacios. Si alguien quiere información, no tiene nada más que ponerse en contacto con nosotros. Tengo la suerte de contar con un gran equipo formado por la Universidad de Córdoba, invitamos a cualquiera que desee informarse.