Aún no hay azahar en la calle la Feria, ni tan siquiera se atisba el brotar de esta flor que cada año anuncia la llegada de la Semana Santa. Sin embargo, anoche, en la iglesia de San Francisco el azahar brotó en forma de palabra y música en honor de la Virgen de la Candelaria.

El encargado de acercar la advocación con la que la hermandad del Huerto rinde culto a la Madre de Dios fue el hermano de la cofradía Salvador Giménez Molina. Antes de que las palabras del exaltador se elevaran a la cúpula barroca del templo fernandino, José Joaquín Cuadra elogió las cualidades de Salvador Giménez para tal empresa: "No se puede coger a mejor persona para exaltar a la Virgen", señaló.

Ya sin más dilación tomó la palabra el exaltador, quien esbozó de manera sencilla, cercana y emocionada un elaborado texto cargado de vivencias en torno a la Virgen de la Candelaria que fue enlazando con retazos de la historia de la advocación, tales como la antigua romería que cada año se celebraba en el arroyo Pedroches.

Pero el acto no acabó aquí. Tras el emotivo aplauso que el numeroso público asistente dedicó al exaltador, la palabra se hizo música en honor de la Candelaria con el estreno de dos marchas, compuestas por autores cordobeses y dedicadas a la dolorosa, Azahar de San Francisco , del compositor José Ramón Rico, y Candelaria de la Axerquía , del maestro Luis Bedmar. Ambos disfrutaron con la interpretación que la banda ecijana Amueci hizo de las dos composiciones.

Un año más, las fiestas de la Candelaria inician en la ciudad la agenda cofrade del año, anticipándose a la inminente cuaresma que dará comienzo el miércoles de ceniza, dentro de unas semanas.