Último domingo de Cuaresma

Devoción en los templos cordobeses

Las cofradías celebran los últimos actos ante la inminente llegada de la Semana Santa

San Pablo. Besamanos a María Santísima del Silencio.

San Pablo. Besamanos a María Santísima del Silencio. / Víctor Castro

El último domingo de Cuaresma las hermandades vivieron los últimos actos en los templos. Este domingo, distintas hermandades celebraron las últimas fiestas de regla como la hermandad del Vía Crucis, Pasión, Piedad de las Palmeras, Cristo de Gracia o la Caridad. Algunas de éstas expusieron sus imágenes titulares en besapiés, como la hermandad de la Caridad, cuyo crucificado estuvo expuesto en la parroquia de San Francisco. Este templo acogió por la tarde el concierto de la banda de cornetas y tambores de la Coronación de Espinas.

San Jacinto. Septenario a la Virgen de los Dolores coronada.

San Jacinto. Septenario a la Virgen de los Dolores coronada. / Víctor Castro

También estuvo expuesto, en este caso en la parroquia de la Trinidad, el Santísimo Cristo de la Salud. Mientras que en la iglesia de San Pablo la hermandad de la Expiración volvió a mostrar el Stabat Mater con el Cristo de la Expiración y la Virgen, María Santísima del Silencio a sus pies. Todo exornado con jarras con flor en color morado y varios cirios color tiniebla que iluminaban esta hermosa estampa. Muy cerca estaba la Virgen del Rosario entronizada en su paso de palio a la espera de un nuevo Viernes Santo.

En la basílica de San Pedro, la Virgen de las Lágrimas en su Desamparo vivió por la mañana sus últimas horas de veneración antes de ser entronizada en su paso de palio, una exquisita ceremonia que contó con el coro de capilla de la hermandad, que entonó distintas piezas mientras la Dolorosa fue dispuesta en su característico palio malva y oro.

San Francisco 8 Besapiés al Cristo de la Caridad.

San Francisco. Besapiés al Cristo de la Caridad. / Víctor Castro

Y en la parroquia de San Salvador y Santo Domingo de Silos, la Compañía, todo estaba dispuesto para por la tarde celebrar el Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo, un acto que la hermandad del Santo Sepulcro mima cada año para dejar ese momento especial de la Cuaresma cuando el Señor es descendido de la cruz y depositado en la dorada urna donde la secular imagen procesionará el Viernes Santo por las calles de Córdoba.

Mientras, en San Jacinto, la Virgen de los Dolores, la Señora de Córdoba, continuaba con su septenario, que continuará durante toda esta semana viviendo el día álgido el Viernes de Dolores, auténtico pórtico de la Semana Santa cordobesa. Ese día en el que también muchas hermandades celebrarán vía crucis por las calles preparando a la ciudad para ese esperado Domingo de Ramos que, ahora sí, está ya a la vuelta de la esquina.

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