ENTREVISTA | Emilio González Sinoga Pregonero de la Juventud 2024

«Cada vez es más fácil hablar y más difícil escuchar»

Emilio González Sinoga, ante el Cristo de Gracia.

Emilio González Sinoga, ante el Cristo de Gracia. / VÍCTOR AZAÑÓN

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Felicidades por anticipado por el Pregón (el día 2, a las 13.00 horas, en la iglesia de la Merced). Seguro que será un éxito. Aunque eso, supongo, nunca calma esos nervios que impone la responsabilidad, ¿no?

Estos nervios son futuro de un trabajo bien hecho y de un trabajo aún por hacer, a raíz de una gran responsabilidad, como comenta. Nervios que realmente quedan en un bonito recuerdo, aunque deseando que llegue ya el sábado para poder pregonar al pueblo de Córdoba. Al fin y al cabo, estos nervios son parte del camino.

Experiencia no le falta. Ya exaltó al Santísimo Cristo de Gracia en septiembre de 2023. ¿Cómo vivió aquel momento?

Sinceramente, ha quedado para mí como uno de los días más bonitos e importantes en mi vida. El poder mostrarle a tus propios hermanos el amor compartido que le tienes a Dios y a su Madre, y ver cómo se emocionan con tus humildes palabras frente a su camarín, ha sido tan gratificante como emocionante.

Y ahora tiene que hablarle a la juventud. No le voy a pedir que ‘destripe’ su pregón, pero en líneas generales, ¿cómo va a ser?

He buscado darle valor a lo realmente importante, sin divagar y teniendo claros los valores y las ideas que quiero tratar de transmitir. Me gustaría aprovechar para agradecer a la AM Cristo de Gracia que vaya a estar conmigo en un día tan especial, ayudando a hacer del evento algo inolvidable, al menos para mí.

¿No da la sensación de que cada vez es más difícil comunicarse con los jóvenes? ¿Es así?

En mi opinión, y en la de muchos jóvenes con los que he podido hablar del tema, creo que hoy en día estamos más ante un problema de comunicación que de voluntad. El día que aprendamos a tomar en valor la palabra de cada uno en lugar de mirar la edad, daremos un gran paso hacia delante que, gracias a Dios, ya se viene dando.

¿Vamos a un mundo donde es más difícil pregonar, comunicar, hablar...?

Vamos hacia un mundo en el que cada vez es más fácil hablar, y más difícil escuchar. Las prisas y la sobrecarga de información hace que lo que de verdad merece la pena se pierda entre forraje.

Tampoco es fácil transmitir los argumentos y la pasión de todo lo que significa el mundo cofrade, que es mucho, ya sea a niños, jóvenes, adultos o mayores. ¿Cómo hay que hacerlo?

Creo que hay que hacerlo con los pies en el suelo, y sin perder de vista que los que vinieron antes que nosotros han vivido lo «suyo» y lo «nuestro». Para querer a Dios no importa la edad, y estoy seguro de que para transmitirlo, tampoco.

Es increíble este año la cantidad de jóvenes que se han entrado en cofradías. Es el único movimiento asociativo que prospera. ¿A qué se debe el atractivo de las hermandades para los jóvenes?

Bueno, es un claro síntoma de que se están haciendo las cosas bien. En una sociedad que cada vez se inclina más hacia el individualismo, aún queda esperanza de que en el seno de nuestras hermandades continúa aflorando la curiosidad y las ganas de ayudar a los demás.

En otros momentos ya hubo ‘oleadas’ de incorporaciones de jóvenes. Con el tiempo, muchos lo dejaban. ¿Qué hay que hacer para que esto no ocurra más?

Hay que trabajar en transmitir lo que hay detrás de cada cosa, en el porqué de salir a la calle, organizar cultos, formaciones... Si damos todo esto de lado para quedarnos en la estación de penitencia, no tengo duda que estos jóvenes, más pronto que tarde, no volverán a aparecer.

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