Besos de fe

De nuevo el calendario nos lleva al primer viernes de marzo, este año dentro de la Cuaresma, un día especial donde los cordobeses saben que en la iglesia de los Trinitarios espera como cada año la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, una imagen que este año, después de un lustro, volvió a recuperar el tradicional besapiés, puesto que en los últimos años la imagen sólo ha estado expuesta a la veneración. El popular Rescatado ocupó el crucero de la iglesia de los Trinitarios en un altar presidido por la cruz de guía de la cofradía. La imagen del Señor lució sobre la peana del antiguo paso que tallara Antonio Castillo Ariza, luciendo la túnica de cola donada por la duquesa de Medinaceli. Distintos puntos de luz y varias jarras en clavel rojo completaban este altar que sirvió de escenario para que los cordobeses volvieran a rendir pleitesía al Señor de Córdoba. Muy cerca, en el Santuario de María Auxiliadora, el Señor del Prendimiento también estuvo a la veneración en besamanos.

La imagen presidió el altar mayor de la iglesia bajó un dosel rojo y escoltada con distintos puntos de luz , unas jarras de flor en color morado completaban el altar, donde el Señor del Prendimiento recibió durante la jornada a los fieles. Devotos que también se acercaron a la iglesia de San Lorenzo, donde una vez más el imponente Crucificado del Remedio de Ánimas estaba expuesto en besapiés. De nuevo una lección de catequesis alrededor de la imagen, que permanecía erguida sobre un calvario de iris morado. Así, todo el que este viernes, se acercó a la iglesia de San Lorenzo pudo comprobar cómo la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario no estaba ocupando su camarín. Y es que el Señor del Calvario también estuvo en besapiés, pero no en San Lorenzo, sino en un acto extraordinario en la capilla de la Concepción de la Catedral por los los 300 años de su hechura. Y de las cofradías de siempre a las nuevas, como es el caso de la pro-hermandad de la Salud de Puerta Nueva, cuyo titular también se sumó a este ramillete de devociones populares que deja en la ciudad el primer viernes de marzo.