El próximo mes de octubre se cumplirán 50 años de la bendición, por parte del por entonces obispo de Córdoba, José María Cirarda, en la iglesia de San Pablo de la imagen de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos. Fue el 6 de octubre de 1973, un hecho que, sin duda, marcó un antes y un después en la vida de la hermandad de la Expiración.
En la llegada de la Virgen del Rosario tuvo mucho que ver la mediación de un joven fray Ricardo de Córdoba, tal y como en varias ocasiones ha recordado Rafael Zafra, hermano mayor de la época: «Yo no conocía personalmente a fray Ricardo, pero una mañana me lo encontré en San Pablo y, hablando, le comenté que a la hermandad de la Expiración le gustaría encargar una Dolorosa para el palio. Fue entonces cuando me habló de un imaginero sevillano llamado Luis Álvarez Duarte». Con aquella conversación empezaba la historia de la que hoy es la hermosa Dolorosa de San Pablo.
Después llegaría el palio de cajón bordado en oro sobre terciopelo negro o el espléndido manto de salida, todo surgido del lápiz de fray Ricardo de Córdoba, que siempre demostró su enorme cariño a la Virgen del Rosario.
El día 31 de octubre de 1993, Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos fue coronada canónicamente en la Catedral, convirtiéndose en la primera imagen mariana que, en el interior de las naves catedralicias, fue distinguida con dicho honor. Retazos de la historia de una Dolorosa que ya es parte indisoluble de la Semana Santa cordobesa.
Para conmemorar estos 50 años la hermandad ha preparado un programa de actos, además de un cartel que la corporación ha encargado al pintor sevillano Daniel Franca. Asimismo, la hermandad ofrendará a la Virgen un puñal diseñado por Gonzalo Navarro y ejecutado por el taller de orfebrería de Ramón León.
Por todo ello, el próximo otoño será muy dulce para la hermandad de la Expiración, que celebrará con ilusión el 50 aniversario de la bendición de la bella Dolorosa.