CLIMATOLOGÍA

Abril, antesala del futuro de Córdoba

Investigadores señalan que las temperaturas más propias del verano llegarán cada vez antes en ciudades como Córdoba

Los termómetros han alcanzado cifras récord en la capital cordobesa.

Los termómetros han alcanzado cifras récord en la capital cordobesa. / Manuel Murillo

Diario CÓRDOBA

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A pesar de que la segunda quince de mayo y principios de junio no ha sido especialmente calurosa este año en Córdoba -con una Feria en la capital cordobesa pasada por agua y lluvias en la zona norte de la provincia que han reducido en algo la escasez de agua-, lo cierto es que la última semana de abril de este 2023 se convertirá con toda probabilidad en histórica a causa de las elevadas temperaturas máximas, con cifras nunca registradas en esta época del año en varias ciudades españolas, entre ellas Córdoba.

Así lo han puesto de manifiesto recientemente varios investigadores de la Fundación de Investigación del Clima (FIC), que han analizado los datos disponibles y proyecciones de temperaturas futuras de nueve ciudades españolas, entre ellas Córdoba. No en vano, estos investigadores ya alertaron que en la última semana de abril se alcanzarían valores récord durante varios días consecutivos en gran parte de la península ibérica, con hasta 40 grados en el Valle del Guadalquivir.

«La masa cálida de origen atlántico subtropical se recalentará en la vertical de la península -superando los 20 ºC a 1.500 metros de altura sobre el sur y 25 ºC en el tercio este-, debido a una dorsal anticiclónica a niveles medios-altos de la atmósfera y que se extenderá desde el norte de África», afirmaban.

El calor se ha adelantado dos meses en la capital en relación a la década de los 90

Las características de esta dorsal, favorecida en parte por una borrasca situada en el Atlántico Norte, son más propias de finales de este mes de junio, lo que, a efectos reales, se ha traducido en un episodio de calor con dos meses de adelanto para la climatología propia de Córdoba de los años 90.

Esto apunta, según estos expertos, en la misma dirección que los estudios más recientes sobre el cambio climático ya registrado. Por ejemplo, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), cada década que pasa los veranos empiezan aproximadamente una semana antes y terminan unos tres días después. Esto significa que, en los últimos 50 años, el verano le ha ganado un mes a la primavera.

A las citadas altas temperaturas del mes de abril se suma una sequía pluviométrica, caracterizada por su extensión y su duración, lo que se denomina un evento compuesto. «Las temperaturas anómalas -según estos investigadores- aumentan los valores de evapotranspiración agravando la falta de humedad y agua disponible, alcanzando valores de anomalías nunca antes registrados». Así, con cada semana sin precipitaciones suficientes previas al verano, aumenta la severidad de la sequía en regiones cuya situación es ya crítica.

Falta de lluvias 8 La escasez de precipitaciones mantiene a los embalses en niveles bajos.

La escasez de precipitaciones mantiene a los embalses en niveles bajos. / A.J. González

Para ilustrar la «magnitud extraordinaria del evento», es suficiente con ver que el récord histórico en abril para Córdoba era de 34 ºC, registrados el 18 de abril del 2017, mientras que el pasado abril la ciudad alcanzaba los 40 ºC.

Una realidad que, desde el punto de vista estadístico, «es imposible de explicar sin el escenario actual de un cambio climático especialmente acelerado», tanto en Córdoba como en las otras ocho ciudades objeto de este estudio: Sevilla, Málaga, Almería, Zaragoza, Madrid, Murcia, Valencia y Orense. Y una tendencia que no es puntual, ya que «sabemos que los extremos aumentarán en la intensidad, duración y extensión espacial con tendencias significativamente crecientes».

Más aún, las proyecciones futuras de cambio climático no sólo confirman la tendencia observada, sino que además apuntan a un probable empeoramiento de las condiciones de calor extremo. El número de días cálidos en primavera (superiores a 30 ºC) se duplicarán o triplicarán en la mayoría de los ciudades.

«El número de días cálidos en primavera se duplicarán o triplicarán» en la ciudad cordobesa

En general, a mitad del siglo «tendremos en muchos lugares del sur de España casi dos a tres semanas de media con temperaturas máximas superiores a los 30 ºC en primavera».

Con todo, los extremos de calor en primavera serán 4 o 5 ºC superiores a los actuales, pasando a engrosar así 1 o 2 meses más de verano ya de por sí más extendido. En sus predicciones, estos investigadores ven «cómo los futuros extremos serán los que ahora consideramos prácticamente imposibles». Solo en el mes de abril habrá más temperaturas extremas cuando históricamente se observaba la primera temperatura máxima por encima de 35 ºC a principios de mayo, ubicándose a mediados de abril «o incluso a finales de marzo en Córdoba para 2050».

Unas previsiones ante las cuales estos investigadores apuntan que hay que aumentar los esfuerzos realizados en estrategias de mitigación y de adaptación al cambio climático.