Proteger y respetar el medio ambiente, minimizar los efectos del cambio climático y comprometerse con el desarrollo sostenible y la mejora en el desempeño energético desde el ámbito sanitario de la atención primaria. Estos son los objetivos declarados de la política ambiental del sistema sanitario público de Andalucía, para cuyo desarrollo y mejora el Distrito Sanitario Córdoba-Guadalquivir (que aglutina a los 22 centros de salud y consultorios de Córdoba capital y a los 31 de los municipios de las comarcas del Alto y Medio Guadalquivir) acaba de crear una comisión para homogeneizar la gestión ambiental en todos estos centros sanitarios.
Esta comisión de Gestión Ambiental del distrito tiene como marco de referencia las pautas establecidas en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a través del Sistema Integral de Gestión Ambiental (SIGA-SAS), que es «el instrumento para implementar la política y ética ambiental, incorporando procedimientos que nos permitan mantener la mejora continua de las prácticas medioambientales en todos nuestros centros», explica el director gerente de este distrito, Javier Fonseca.
La citada comisión está compuesta por un total de ocho profesionales de los ámbitos de servicios generales, salud pública y asistencial, y, entre otras medidas, reforzará la formación de los profesionales de los centros de salud en gestión medio ambiental.
No en vano, y según Javier Fonseca, «desde el Distrito Córdoba-Guadalquivir asumimos el compromiso del SAS de sumar al estilo de gestión del sistema sanitario público la ética ambiental, haciéndola extensiva a toda nuestra actividad e incorporando a nuestras sistemáticas de gestión las responsabilidades asociadas a la protección y cuidado del medio ambiente, reforzando así la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía».
Para ello, y entre otras medidas, según se informa desde el SAS, los centros implantarán su propio SIGA integrando de forma específica la gestión energética, que será revisada periódicamente para comprobar su eficacia.
Asimismo, la concienciación, sensibilización y formación ambiental de los profesionales sanitarios y administrativos que trabajan en los centros de salud, y de los proveedores y de los propios usuarios, es otra de las medidas que se quieren poner en marcha, al igual que el fomento de actuaciones de investigación y educación ambientales en las distintas áreas de referencia.
De igual manera, y además de cumplir con los requisitos legales ambientales, así como con aquellos relacionados con el uso y consumo de la energía y la eficiencia energética, se pretende que los centros de salud también cumplan con otros requisitos y estándares de manera voluntaria, así como que se adelanten al cumplimiento de la posible nueva normativa al respecto.
Otro aspecto importante es la prevención de la contaminación y de los impactos ambientales que produce la propia actividad de los consultorios, punto en el que cobra especial importancia una correcta gestión de los residuos sanitarios, así como los derivados del uso de recursos energéticos. «Minimizar el consumo de recursos naturales, tales como agua y combustibles; impulsar la adquisición de productos y servicios energéticamente eficientes; y controlar periódicamente los aspectos ambientales de las instalaciones» son otros de los objetivos que se persiguen, según Fonseca.
No en vano, la citada comisión promoverá la implantación progresiva en los distintos centros de un SIGA conforme a criterios ISO 14001, ISO 50001, EMAS, así como de los emanados por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía.
En definitiva, un matiz medioambiental que el distrito sanitario Córdoba-Guadalquivir -como el resto del sistema pública sanitario andaluz- quiere ir incorporando a los centros de salud y consultorios con el objetivo de «avanzar progresivamente hacia una mayor protección medioambiental y de prevención de la contaminación, manteniendo el equilibrio con las necesidades asistenciales y socioeconómicas», en palabras de su director gerente.
De esta manera, no solo centros como el Hospital Universitario Reina Sofía, el Infanta Margarita de Cabra o el Valle de los Pedroches, de Pozoblanco, incorporan el compromiso ambiental y la gestión de sus residuos en su actividad, sino que también se busca que este compromiso esté en el día a día de la atención primaria que se presta a miles de ciudadanos cordobeses.
