Iván Ania, tras el asalto a Castalia: "Todo es posible, ese es el mensaje que tenemos"

Se recogían múltiples fórmulas dentro del libreto que Iván Ania había trazado con el propósito de superar al indómito líder Castellón en el invicto Municipal de Castalia, aunque su Córdoba CF acabó optando por quizás la más compleja, también la única que consiguió llevar el éxtasis blanquiverde a una cancha que esta temporada no conocía la derrota (2-3). Derrochó corazón, garra y pegada un cuadro cordobés reafirmado con rotundidad en su candidatura al ascenso directo tras el pulso con los orelluts, a los que propinó tres zarpazos de calidad, uno temprano, dos en el descuento -remontada incluida-, para tumbar su descabellada racha casera y lanzar otro tremendo mensaje a navegantes en el Grupo 2 de Primera Federación: ya a solo tres puntos de la primera plaza, este Córdoba CF aspira a todo. «Somos un equipo valiente, ambicioso, que siempre va a por el rival. Hoy jugamos como un equipo, de ahí que hayamos podido ganar este partido», expresó el propio preparador tras el cruce.

Dominio alterno

A caballo entre la emoción y la obligatoriedad de mantener los pies en la tierra andaba Iván Ania una vez concluida la cita. El saldo para sus pupilos y el bloque al que tutela fue mayúsculo, dejando el margen de 14 puntos que hace jornadas ostentaban los albinegros en tan solo un partido de distancia, junto al golaverage particular, tras llevarse la victoria en los dos choques de este curso, adjudicado para el bando andaluz: «Para nosotros es una victoria importantísima, nos acerca a nuestro primer objetivo, que es el playoff, y nos permite seguir en la pelea por un objetivo más alto todavía, que es el ascenso directo. Todavía queda mucho, quedan diez jornadas, son 30 puntos, pueden pasar muchas cosas, pero es evidente que con trabajo, humildad y ambición, todo es posible, ese es el mensaje que tenemos en el vestuario», declaró satisfecho.

Con todo, siguiendo uno de los mantras habituales del ovetense, la cita dejó no pocas lecturas. Comenzaron mejor sus pupilos, aunque el avance del reloj se alineó del lado local. La remontada castellonense pasó factura más tarde, aunque la reacción, servida en frío, aunque caldeada a ritmo de goles en el descuento, acabó llevando el botín directo en dirección a tierras cordobesas. «El balance es positivo, conseguimos lo que veníamos buscando, que era la victoria. Creo que fue un partido de momentos, hubo para nosotros, especialmente para el principio, cuando éramos capaces de encontrar al hombre libre, les sometimos, les generamos dudas. Hubo momentos para ellos, como el final de la primera parte. Cuando peor se nos puso, cuando ellos hicieron el segundo gol, fuimos capaces de tener reacción y hacer el empate e incluso hacer el tercero», analizó.

«Hay momentos de la temporada en los que las cosas te vienen de cara. Posiblemente, en otro momento, cuando ellos se ponen 2-1, no tienes esa capacidad de reacción. Los cambios nos refrescaron y nos dieron muchísimo. Ya solamente ver que uno hizo un gol, el otro dio dos pases de gol… Es significativo», continuó.

El revulsivo moral

El saldo del triunfo es claro: la lucha por la primera plaza de la sección sur de  la categoría, consecuentemente por el único billete directo que se subasta a Segunda División al término de la temporada, se ha estrechado sobremanera. Con el propio conjunto castellonense en una incipiente racha de irregularidad, junto al Ibiza, tercero en discordia -ahora también tercero, a expensas de medirse esta jornada a domicilio frente al Real Murcia-, que tampoco termina de arrancar en este tramo de temporada, la ecuación favorece al menos sobre lo anímico a los blanquiverdes, que se han reafirmado como la escuadra más en forma de todo el grupo. «Está claro que somos dos equipos con un nivel muy alto en esta categoría, ojalá que podamos conseguir los dos el ascenso. Nunca especulamos, siempre vamos a ganar los partidos, independientemente de quién sea el rival. Somos dos equipos atractivos de ver, valientes, creo que eso tiene que tener premio al final», indicó respecto a los de Dick Schreuder.

También tuvo palabras para la afición desplazada, cifrada en torno al medio millar de cordobesistas en el graderío albinegro, donde el blanquiverde se hizo notar desde la previa hasta el cierre: «La ilusión que sentimos que hemos despertado en la ciudad, nos lo demuestran cada día, en cada entrenamiento. Tenemos que tener mucha humildad, no pensar que por haber ganado aquí lo tenemos hecho. Tenemos que ser ambiciosos, pero también humildes», finalizó.