El Córdoba CF vuelve al tajo en El Arcángel con su propósito renovado

Ni el frío ni el mal tiempo parecen tener la capacidad de hacer mella un ápice en la sonrisa perenne que desde hace meses se ha instaurado en el vestuario dirigido por Iván Ania. Tampoco en el regreso a la rutina después del período de vacaciones. Equilibrando el punto justo entre la ilusión y la tensión, así, su Córdoba CF se maneja en márgenes aseados tanto en lo deportivo como en lo emocional -casi más importante-, sin caer en la euforia aunque situando bien en el punto de mira el objetivo real de todo el asunto: el ascenso. Ciertamente, la idea de volver al fútbol profesional no deja de ser una intención guardada con cierto recelo en la entidad, aunque aireada -figuradamente- prácticamente a cada lance de cada entrenamiento, incluido el primero después de semana y media de descanso, que tuvo lugar durante la sesión vespertina de este martes en El Arcángel. El miércoles habrá ya sesión doble: a las 10.30 y a las 17.00 en la Ciudad Deportiva.

Los pupilos del preparador ovetense pusieron fin a sus días de respiro con el regreso a la dinámica de prácticas en los terrenos de juego, con vistas ya a recuperar todo el ritmo necesario para afrontar la próxima cita de la agenda, en casa ante el Real Madrid Castilla el 4 de enero (21.00 horas, FEF TV), con máxima garantía y en un nivel de intensidad como mínimo equiparado al de antes de despedir el año en Liga. Antes, el viernes 29, tienen un amistoso en Montilla (20.00 horas) con motivo del cincuentenario del club vinícola.

Concentración y buen ambiente

A partir de las 17.00 horas comenzó la primera toma de contacto con el césped, aunque guardando lógica cautela por la inactividad. Y es que la plantilla califal adelantó la fecha de su retorno a las pistas una jornada antes de lo esperado, sumando una sesión más a su primer plan de trabajo ya enfocado plenamente en el 2024. La principal premisa también fue sencilla a lo largo del ligero ensayo diseñado por el propio Iván Ania y su cuerpo técnico: agilizar el cambio mental postvacacional para volver cuanto antes al manido “modo competición” en el Grupo 2 de Primera Federación. Han regresado todos los jugadores, salvo Dragi Gudelj. Se ha dividido el grupo en dos, alternando trabajo de movilidad en gimnasio y carreras en el campo. No hubo ningún jugador del filial, ya que están de vacaciones.

Pese a la distancia respecto a la última sesión previa, el buen ambiente tampoco pareció ser una excepción más allá del mal clima. Sonrisas, bromas y carcajadas coparon buena parte de la tarde-noche de ejercicios en las instalaciones de El Arcángel, donde el plantel se entrenó a estricta puerta cerrada, aunque pensando en el también regreso a la rutina a puerta abierta a partir de la matinal de este mismo miércoles en la Ciudad Deportiva, cuando empezará el fuego real y se espera una asistencia en masa de cordobesistas -en especial de los más pequeños, aprovechando las festividades- para brindar una cálida bienvenida a los de blanquiverde después de varias fechas. 

De vuelta a la dinámica de este martes, eso sí, igualmente pudo apreciarse especialmente entonadas a piezas como Alberto Toril o Adri Castellano, dos de los inquilinos más sonados en la enfermería blanquiverde -el cordobés recibió el alta médica hace semanas, a la espera de la competitiva- que esperan que la reentrada a la rutina, así como el estreno del nuevo año, vengan acompañados de éxitos y su respectiva reincorporación a los esquemas del equipo a corto plazo.

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