El Córdoba CF se reivindica en Murcia

El Córdoba CF reivindicó su derecho a soñar con el play off de ascenso a Segunda y a ser creíble en su objetivo. El equipo de Iván Ania se impuso con claridad (1-3) en el Enrique Roca a uno de los teóricos gallitos del Grupo 2 de Primera Federación, un Real Murcia que naufragó por completo en la primera parte ante el conjunto blanquiverde, que jugó a favor de corriente desde el primer minuto de juego con un gol de Antonio Casas. Luego, en el minuto 24, Kike Márquez firmó un golazo que ampliaba el marcador y que llevaba al Córdoba CF al descanso con una amplia ventaja que refrendaba con un notable juego sobre el césped, en donde anuló por completo al equipo pimentonero. Luego, en la segunda mitad, el conjunto de Gustavo Munúa reaccionó en cuanto juego y también en el marcador, con un tanto de penalti de Pedro León (min. 58) que hizo concebir esperanzas a los locales de salvar, al menos un punto. Pero esas esperanzas se fueron al traste con el segundo tanto de Antonio Casas, tercero para el Córdoba CF, pocos minutos después. Ni siquiera la expulsión de Carlos Marín, a cinco minutos del final, puso en peligro el resultado para el Córdoba CF, que lograba así su primera victoria de la temporada ofreciendo un buen juego, sobre todo en el primer acto, que en cierta manera hacía olvidar su estreno liguero en El Arcángel y le reivindicaba como uno de los candidatos a pelear, al menos, las eliminatorias de ascenso a Segunda.

Gran puesta en escena... con prozac

El Córdoba CF de la primera parte en el Enrique Roca fue muy diferente al equipo que se estrenó en El Arcángel hace una semana. Sobre todo por la seriedad. Principalmente, por el trabajo sin balón. Y también, por supuesto, por las intenciones. Mucho más blandito y contemplativo hace unos días, intensamente venenoso para el adversario en tierras murcianas. También tuvo un prozac para poder ejecutar ese plan: un gol a favor cuando aún había aficionados buscando su asiento en esta nueva era del club pimentonero a los mandos del cordobés Felipe Moreno. Ni 50 segundos habían transcurrido de encuentro cuando Carlos Albarrán ejecutaba un saque de banda que en un intento de despeje, Marc Baró peinó hacia atrás. Kike Márquez surgió en el borde del área murcianista con un remate acrobático, de volea, que se estrellaba en el palo de la meta defendida por Manu García y el rechace era aprovechado por Antonio Casas para inaugurar el marcador. Nada había hecho el Córdoba CF ni el Real Murcia para merecer ningún tanto, pero el conjunto blanquiverde aprovechó muy bien la coyuntura para ejecutar un plan de partido que le salió perfecto.

Y le salió perfecto, entre otras muchas cosas, por su trabajo en el mediocampo. El esfuerzo de Álex Sala y Youssouf Diarra dejó evidente, por enésima vez, que el compromiso y el trabajo no están reñidos con la calidad y que ésta, por sí sola, no basta en el fútbol. Al menos no en el fútbol actual, incluso aunque se juegue en la tercera categoría nacional. Un aviso para aspirantes a estrellas internacionales que al final se quedan en lucecitas comarcales.

El equipo de Iván Ania ahogó y bloqueó por completo al Real Murcia, que fue incapaz de utilizar a Ángel Montoro o a Arturo Molina. De hecho, la medular cordobesista lanzó hasta media docena de contragolpes gracias a otras tantas intercepciones en la zona de influencia de los teóricos cerebros murcianistas, que se desesperaban conforme iban pasando los minutos.

Vista la imposibilidad por dentro, el conjunto de Gustavo Munúa lo intentaba por fuera. Pero Pedro León apenas apareció salvo en un par de ocasiones esporádicas y sin influencia para el marcador ni siquiera para el juego de su equipo, por lo que todo quedó en manos de Carlos Rojas. El extremo hispanocolombiano fue el único argumento ofensivo que consintió la presión del mediocampo cordobesista al Real Murcia y, aun así, resultó demasiado poco para el conjunto pimentonero, que ni merodeaba el área de Manu García.

Sí lo hacía el Córdoba CF, que por segunda vez perforó la portería local por medio de una genialidad de Kike Márquez. Un nuevo saque de banda de Carlos Albarrán terminaba en las cercanías del gaditano, dentro del área grana y tras amagar con un salto Antonio Casas. El capitán del Córdoba CF se inventó un disparo al palo corto y casi a la escuadra que sorprendió a Manu García (min. 24) por completo y daba la completa tranquilidad a los cordobesistas.

El segundo acto, muy diferente

La segunda parte fue muy diferente, entre otros motivos, porque el Córdoba CF volvió a mostrar la misma bisoñez, por momentos, de la que ya hizo gala en su estreno liguero ante el Ibiza. Nada que objetar, desde luego, al primer cuarto de hora del Real Murcia, en el que lo intentó todo: descolocar el orden cordobesista, insistir por bandas y estirar la buena organización de los visitantes. Lo consiguió en parte, ya que el partido era otro. Al punto que el equipo de Munúa logró pillar desprevenida a la defensa blanquiverde en un balón largo cruzado. Albarrán corrió con Rojas, que terminó por provocar el penalti del lateral blanquiverde. La pena máxima la transformó Pedro León, a pesar de que Carlos Marín adivinó el lanzamiento del atacante grana (min. 58). Fueron los mejores momentos del Real Murcia. Cuatro minutos después, Arturo Molina firmaba un disparo cruzado desde la frontal que ponía un nudo en la garganta de los cordobesistas y en el minuto 64, tras la enésima acción de Rojas, un saque de esquina grana terminaba con un cabezazo de Carrillo, completamente solo, que se marchó fuera por poco.

Sin embargo, la angustia del Córdoba CF fue cortada de raíz por una gran jugada de los blanquiverdes, en la que participó prácticamente todo el equipo. Tras tocar la defensa y acabar el balón en Álex Sala, el catalán realizó una gran apertura a banda hacia Simo. El extremo se plantó en el área grana y centro en corto a Antonio Casas, que cabeceó cruzado, lejos del alcance de Manu García.

Ahí se acabó el Real Murcia. El 1-3 fue una losa demasiado pesada para los pupilos de un Gustavo Munúa que intentó reactivar a su equipo de nuevo, pero todo fue en vano. Kike Márquez pudo anotar el cuarto para los visitantes (min. 72) y Montoro también tuvo una opción en la recta final del encuentro, ya con el Córdoba CF dando síntomas de agotamiento. Quizá a causa de esto último llegó la expulsión de Carlos Marín, de nuevo en un balón largo al que no llegó la defensa cordobesista, lo que obligó a la salida del portero almeriense, que tocó con la mano el balón de Álex Rubio, fuera del área.

Debutó Lluis Tarrés en la portería blanquiverde y, en cualquier caso, el Córdoba CF vivió los últimos minutos incluso con placidez. Y también reivindicando su papel de aspirante a los puestos de play off de ascenso a Segunda en un gran escenario, inolvidable para los cordobesistas, y ante un rival que, en teoría, peleará el ascenso directo esta temporada.

Ficha técnica

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