El estilo del Córdoba CF sí es ya negociable

El Córdoba CF disputará el próximo domingo en el Cerro del Espino (12.00 horas, InSports.TV) el que podría ser último encuentro de la temporada 2022-23 con alguna mínima aspiración clasificatoria, ya que una derrota ante el Rayo Majadahonda, combinada con resultados positivos de sus rivales directos como el Linares Deportivo o el Celta de Vigo B, con los que pelea la última plaza que da derecho a disputar los play off de ascenso a Segunda División, dejaría a los blanquiverdes prácticamente sin opciones cuando aún les restarían 18 puntos por disputar (15 al resto de competidores), por lo que habría que ir planteándose a partir de ahí la planificación de la próxima temporada.

Ya se vio ante el Alcorcón

Para evitarlo, Manuel Mosquera ya dejó claro, tanto por el planteamiento del Córdoba CF en su debut en el banquillo ante el Alcorcón como de palabra, que utilizará todas las opciones posibles para sumar tres puntos. Aquella idea que había en el vestuario en los dos últimos años, encaminada a intentar mantener la posesión del balón, pasa a ser tan sólo una más de las muchas opciones para lograr el triunfo. El gallego alineó, así, un doble pivote de fuerza y físico ante el Alcorcón y pese a que Javi Flores y Armando Shashoua fueron dos de los «olvidados» del gallego en su estreno como técnico blanquiverde, no sería de extrañar que esa amnesia se prologue en el Cerro del Espino.

Aprovechar el juego rival

Mosquera podría «adaptarse» al juego del Rayo Majadahonda. Alfredo Santaelena propugna para los suyos salir con el balón jugado desde atrás e intentaría aprovechar ese perfil de los majariegos para plantear un juego de presión lo más alto posible y durante el mayor tiempo que den las piernas para robar en línea de tres cuartos y generar ocasiones de peligro desde el sacrificio.

Lógicamente, la situación física de este Córdoba CF no permite un desgaste excesivo y dicho plan no puede mantenerse de forma prolongada, tal y como reconoció en sala de prensa el propio Alberto Jiménez, por lo que todo apunta a que en las fases intermedias y finales de cada tiempo el Córdoba CF plantearía un juego al contragolpe. Pasar de presionar arriba a intentar competir los balones divididos en campo contrario para salir a la contra por medio de sus hombres más rápidos.

Atención al físico

Está más que claro que Manuel Mosquera salió contento, en líneas generales, del rendimiento de sus jugadores en el estreno liguero, contra el Alcorcón, más allá de ajustes que deberá hacer en el plano táctico, pero no sería descartable algún relevo en el once titular. Pero dicho cambio vendría provocado, exclusivamente, por el aspecto físico. Con lo que se está jugando el Córdoba CF, el gallego sólo tiene prioridad para aquellos jugadores que estén en mejores condiciones para rendir en el campo y que le puedan dar aquella «intensidad, agresividad y presión» de la que habló en su presentación como entrenador del Córdoba CF.

Sin renunciar a que en algunas fases del encuentro pueda acaparar el balón si el adversario así lo permite, el planteamiento del Córdoba CF en el Cerro del Espino apunta a ser muy diferente a lo que estaban acostumbrados los seguidores blanquiverdes lejos de El Arcángel en la etapa de Germán Crespo, por lo que no sería nada extraño contemplar a un Córdoba CF que durante varias fases del choque contra el Rayo Majadahonda espere descaradamente a los majariegos en su campo para intentar arrebarles el balón en campo propio y salir en vertical por medio de sus hombres más rápidos (Simo, Carracedo) en busca del área rival.

Podría ser el del domingo en el Cerro del Espino el primer ejemplo de que el estilo en este Córdoba CF sí es ahora negociable.

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