Era un 13 de diciembre del 2020. El Córdoba CF recibía en El Arcángel al Poli Ejido 2012 con 400 «privilegiados» en las gradas, los primeros que podrían ver a su equipo en el coliseo ribereño en muchos meses. El conjunto blanquiverde, dirigido entonces por Pablo Alfaro, goleaba a los almerienses (4-0) y el Córdoba CF se colocaba en la segunda posición de la tabla clasificatoria, empatados a puntos, 14, con el tercero pero con mejor golaverage que el Linares. Además, el conjunto cordobesista se ponía a tiro del líder, un UCAM Murcia que había sumado 17 puntos, tres más que los blanquiverdes, en las ocho jornadas disputadas.
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Una situación que suena
En la siguiente jornada, ya en el 2021, el equipo de Pablo Alfaro empató sin goles en su visita al Betis Deportivo, perdió aquella plaza de privilegio y ya nada volvería a ser como antes. La gran racha con la que inició el técnico maño su periplo en el Córdoba CF se transformó, de la noche a la mañana, en una pesadilla. Si en Liga se comenzó con Alfaro con tres victorias y un empate, luego se pasó a una serie de dos empates y dos derrotas, entre estas, aquella sufrida en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros ante el Sevilla Atlético (1-0) y que ponía las cosas en chino para el Córdoba CF y su permanencia en lo que sería la nueva Primera Federación. La entidad blanquiverde dudó, volvió a amargar, mantuvo al técnico en el banquillo, que ganó dos partidos y empató otro, pero de nuevo entró en una fase nefasta para firmar tres derrotas en sus cuatro últimos partidos al frente del Córdoba CF. Aquel Cádiz B-Córdoba CF (2-0) fue la puntilla y la reacción de la cúpula cordobesista llegó tarde, demasiado tarde.
Aquel diciembre del 2020 se vio al Córdoba CF por última vez en puestos de privilegio hasta la llegada de la Segunda RFEF. Con Germán Crespo en el banquillo, el Córdoba CF se mantuvo las 34 jornadas de Liga no solo entre los cinco primeros de la competición, sino como líder, la única plaza que daba el ascenso directo, sin tener que disputar eliminatorias.
Aquellos más de ocho meses a la cabeza del Grupo 4 de la cuarta categoría del fútbol nacional dieron la felicidad a una grada que, sí, había visto Primera División hacía apenas siete años y, sí, había visto más de una década de fútbol profesional. Pero era un momento, al parecer, de renacer. De volver a ser, de reinventarse, quizá de ser lo que nunca se fue.
De "más cinco" a "menos siete"
Con la nueva Liga en Primera Federación, el Córdoba CF llegó a ser 14 jornadas líder del Grupo 1: en los primeros cinco encuentros y desde la jornada 10 a la 18, inclusive. Como a finales de aquel 2020, y en las mismas fechas casi, el conjunto blanquiverde dio síntomas de agotamiento, hizo también asomar la crisis al finalizar el año. Y, como entonces, tampoco se le prestó excesiva atención.
El caso es que a principios del pasado diciembre, tras jugarse la jornada 15, el Córdoba CF le llevaba cinco puntos de ventaja al segundo clasificado, el Real Madrid Castilla, y 10 al sexto clasificado, el Linares Deportivo. Aquella épica victoria ante el Pontevedra en El Arcángel (1-0) con gol de Youssouf Diarra y con los locales en inferioridad numérica por expulsión de Gudelj se convirtió en el punto de inflexión para el Córdoba CF. Solo que nadie, o casi nadie, lo sabía.
Desde entonces, la pérdida de energía del Córdoba CF ha sido paulatina, aunque aquel inicio de campaña le dio para mantenerse en los puestos de privilegio, con 14 jornadas como líder y otras 12 incrustado entre los cinco primeros, las posiciones que dan derecho a disputar los play off de ascenso a Segunda División A, objetivo mínimo marcado por la entidad blanquiverde para este curso.
Hasta el pasado domingo. El empate en El Arcángel ante el Ceuta dejó al Córdoba CF situado en el sexto lugar, empatado a puntos con el quinto, el Celta de Vigo B, con tres menos que el Real Madrid Castilla y el Racing de Ferrol, con cinco menos que el Deportivo de La Coruña y con siete menos que el Alcorcón. Demasiados enemigos ya, y fuertes, para la plaza de ascenso directo. Lo mejor para este Córdoba CF es que por atrás, la inesperada derrota del Linares Deportivo ante el Fuenlabrada (0-2) le da un margen más que cómodo sobre el séptimo clasificado, siete puntos, por lo que sus adversarios directos en esta fase de campeonato están claros: el filial celeste, primero, y el blanco y el Racing de Ferrol.
60 jornadas después, el Córdoba CF se salió del grupo de favoritos de la Liga, como a finales del 2020 y con el equipo transmitiendo unas sensaciones parecidas. Tocará revertir la situación para regresar de nuevo al objetivo.