Más allá de que el Córdoba CF tendrá el próximo domingo ante el Talavera (16.00 horas, InSports.TV) un enfrentamiento asequible, a priori, lo cierto es que el último compromiso liguero de los blanquiverdes dejó otro concepto en evidencia: la necesidad que aún tiene Germán Crespo de construir una medular consistente y, lo que es aún más complicado, tener alternativas a la misma.
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En A Malata, el técnico blanquiverde volvió a confiar en la pareja Diarra-Javi Flores, con Kike Márquez completando el triángulo para intentar mantener algo la posesión de balón. Diarra pasa por ser el jugador del que más ha dispuesto Crespo en lo que se lleva de Liga para el centro del campo. El de Bamako ha estado en los nueve duelos ligueros, ocho de ellos como titular, por lo que es un indiscutible para el granadino, que normalmente elige como pareja del afriacano a Javi Flores, al que los partidos excesivamente físicos, como exigía el de A Malata, se le atragantan.
La evolución del Córdoba CF: de lo divino a lo humano
El de Fátima ha estado en ocho partidos de Liga, siete de ellos como titular. En el primer caso, y a pesar de que ambos son compatibles, todo apunta a que tanta exigencia a Diarra viene derivada también por los problemas físicos que ha sufrido Ramón Bueno desde su llegada. En determinados encuentros, sobre todo lejos de El Arcángel y con rivales exigentes, el de Burriana sería titular indiscutible, al menos, en apariencia. Choques como el del Alfredo Di Stéfano o el de A Malata parecían estar hechos para contar con Ramón Bueno, que también podría hacer pareja con Diarra, desde luego. Así, el técnico blanquiverde ha debido utilizar a Diarra como centroampista eminentemente físico y hacerle acompañar de un mediocentro creativo, como Javi Flores, en este caso, lejos de sus participaciones en el Athletic B, en las que en no pocas ocasiones llegó a jugar incluso como mediapunta.
Uno, lesionado; el otro no
Llama la atención también la poca utilización de Álex Bernal. El sevillano fue titular indiscutible la pasada temporada hasta que cayó lesionado a finales de octubre. Una vez recuperado de su lesión volvió a contar con la confianza de Crespo, al extremo que de los 25 partidos en los que intervino, 20 lo hizo como titular, aparte choques de Copa RFEF o el de Copa del Rey. Sin embargo, en esta temporada apenas ha disfrutado de 149 minutos de competición (cinco veces menos que Javi Flores), con una sola titularidad en nueve jornadas (ante el Rayo Majadahonda, en El Arcángel). Su infrautilización en esta campaña llama doblemente la atención ante los problemas físicos de Bueno, ya referidos, y la utilización de Diarra como un mediocentro más posicional.
Asimismo, el triángulo se cierra con Kike Márquez, que en A Malata no firmó una actuación brillante. Crespo le encomendó una tarea ciertamente complicada, la de caer metros hacia atrás para reforzar el centro del campo y mantener la posesión de balón ante un Racing de Ferrol que, especialmente en A Malata, se muestra muy fuerte en ese concepto. Su relevo, De las Cuevas, es un mediapunta diferente en ese aspecto, más orientado a elevar el nivel de calidad en los últimos metros, mejorar el remate del equipo.
Un triángulo que deberá mejorar el Córdoba CF en el futuro si aspira a controlar los encuentros con el balón y que no sean tan de ida y vuelta.