Hace algo más de un mes, el Córdoba CF anunció la renovación de los servicios médicos, encabezados por el doctor José Bretones, que llegó a la entidad blanquiverde al poco tiempo del desembarco de Infinity Capital en El Arcángel. Dicha renovación no era una más en el organigrama del club, ya que un año antes, con el descenso a Segunda RFEF, hubo que ajustar y reducir significativamente muchos de los servicios y profesionales que trabajaban y aportaban a la entidad blanquiverde. Sin embargo, con el ascenso y la necesidad de competir a todos los niveles en una categoría que, a pesar de ser tildada de lo contrario, es tan profesional o más que la antigua Segunda División B, la continuidad de los servicios médicos blanquiverdes venía acompañada de una obligada ampliación. Así, José Bretones continúa como máximo jefe de los servicios médicos, que completan el dietista Antonio Escribano y el también médico -ya estuvo en otra etapa anterior en la entidad blanquiverde- Martín Luna, que se dedicará especialmente a la cantera. Asimismo, también componen el equipo el nutricionista Antonio Flores y el readaptador Miguel Ángel Moriana, además de cinco fisioterapeutas: dos para la primera plantilla blanquiverde, uno en el filial cordobesista, uno para el Córdoba CF Femenino y otro que cubre todos los equipos de la cantera.
Guía terapéutica
Los servicios médicos del Córdoba CF han evaluado una guía terapéutica, a imagen y semejanza de otros clubs de Primera y algunos de Segunda División, principalmente, como el Valencia o el Alavés, entre otros, en las que se especifican protocolos de actuación de los profesionales sanitarios del club en cualquier tipo de lesión o contratiempo físico, sea este de un profesional o de un jugador cadete.
Otro aspecto de evaluación, que el propio club publicitó en sus redes sociales, es el analizador POC de química clínica. Se trata de un pequeño laboratorio que realiza un control de las enzimas musculares para detectar de esta manera la fatiga del músculo. En caso de llegar a un valor determinado o superarlo, el doctor recomendará al cuerpo técnico que ese jugador en concreto realice el entrenamiento diferente a sus compañeros. Por ejemplo, que en el partido de fútbol reducido o en los rondos actúe como comodín y no sea parte activa del ejercicio. Para aumentar dicho control, los futbolistas se ejercitan con los chalecos provistos de GPS para controlar no solo los kilómetros recorridos, sino también la calidad de estos: si son de baja, media o alta intensidad.
Todos estos datos, GPS, analizador de enzimas y hasta la valoración del doctor según la guía terapéutica, se recopilan en una tablet, que también recoge los datos en una app creada por el club al efecto que, en el caso de ser un jugador de la cantera, automáticamente asigna la hora de su cita, en este caso, con el doctor Luna, que pasará revista en El Arcángel los martes, habitualmente.
No solo eso. La tecnología avanza también en el Córdoba CF. En estas mismas páginas se habló en su momento del sistema VAC para reducir lesiones musculares y tendinosas, principalmente, que ya está a disposición del club. La próxima tecnología en aplicarse será la máquina AlterG con tecnología de presión de aire, que reduce el impacto y hace trabajar al futbolista en un sistema sin gravedad. El Córdoba CF también compite en servicios médicos.
