La primera despedida oficial de la temporada en el Córdoba CF se ha producido en la cúpula directiva blanquiverde, de la que su hasta ahora consejero, Adrián Fernández-Romero, ha anunciado su adiós tras dos temporadas y media en la gerencia del club. El sevillano ha reiterado su agradecimiento por el respaldo de la afición y ciudad a lo largo del proyecto en una última rueda de prensa, en la que han estado presentes cuerpo técnico y los cuatro capitanes del equipo. “Me voy sintiéndome blanquiverde y con un hijo más que cordobesista”, subrayó. 

El dirigente afirmó marcharse “satisfecho” tras este periplo al frente del club, en el que recaló en una situación compleja y al que enorgullece poder dejar en una clara línea ascendente. “Se ha profesionalizado el club convirtiéndolo en un referente a nivel nacional”, indicó. “En el club las cosas fluyen cada vez mejor, cada vez más solas. Espero que no sea un adiós, sino un hasta luego”, insistió emocionado. 

El hasta ahora consejero también reconoció que su llegada no fue fácil, tanto por la situación que atravesaba el Córdoba CF como por el incierto contexto extradeportivo que arrastraba. “Cuando llegamos recibimos todo tipo de presiones, de retos e incluso amenazas personales. En estas tres temporadas hemos conseguido estabilizar institucionalmente a la entidad, posicionándola además como una institución de referencia en la ciudad”, confirmó orgulloso. 

“Nos encontramos una entidad apenas unos días de producirse su desaparición material, llena de deudas, con un personal que no cobraba hacía meses, con una guerra institucional imposible de aclarar, con un equipo recién salido del fútbol profesional y sobre todo con una afición desmotivada y totalmente desengañada”, manifestó. “Tal y como llegamos al club pusimos todo nuestro corazón y ganas en resucitarlo”, apostilló.