Cuando uno le lleva 40 puntos de distancia a su adversario y cuenta -por citar solo un detalle desequilibrante- con un futbolista que ha marcado tantos goles como todo el equipo contrario, lo normal es que lo supere con solvencia. En la Ciudad Deportiva de Maspalomas pasó lo que tenía que pasar. El Córdoba CF y el San Fernando cumplieron su papel de un modo funcionarial: fueron directos al asunto. El del poderoso líder era agarrar los tres puntos, reafirmarse como el número uno de la Segunda RFEF y acortar los plazos para alcanzar "eso que todos estamos deseando", como suele decir últimamente Germán Crespo cuando le preguntan -y eso sucede continuamente- por la fecha en la que se consumará el ascenso de los blanquiverdes. Los anfitriones hicieron lo que buenamente pudieron, conscientes de la oportunidad única de poder contar que un día pasó por esta popular barriada un Córdoba en plena fase de renacimiento. 

No fue su día más espléndido, pero tampoco es que le hiciera demasiada falta. Tiró de pegada -y de insistencia- para resolver en una segunda parte eficiente, en la que Willy encontró la recompensa a su perseverancia y Casas hizo lo que suele hacer. Sus tantos terminaron de resolver un partido que tenía aferrado desde que De las Cuevas marcó de penalti a los siete minutos. El Córdoba, atornillado como líder, cumplió con lo que se esperaba de él. Sin demasiados alardes, de una manera natural. Así vale. 

Solo un retoque al once

Crespo cada vez va dando menos espacio a la experimentación. Ahora que los tiene a todos disponibles, parece que ha dejado de lado los zarandeos masivos del once y ha apostado por un bloque. Ya se conocen todos, ya tienen claro a lo que van y quiénes son los que pueden asegurar el objetivo. Se quedaron en casa Viedma, Visus y Omar Perdomo; el once fue similar al que ganó en Don Benito, con el único cambio de Simo por Puga. En el bando anfitrión, Tino Déniz había avisado de que no sabía bien qué plan usar ante un oponente de otro mundo. Llevan cuatro meses sin ganar, así que tiraron de su mayor ventaja: no tenían nada que perder. Fueron osados, dentro de lo que les permitió el Córdoba. Tiraron dos veces a la puerta de Carlos Marín en los primeros cinco minutos, por medio de Rayco y Cerdeña.

A los siete minutos, Simo Bouzaidi hizo una de las suyas. Caracoleó en la esquina del área, arrancó con un cambio de ritmo y Castaño le derribó. Pitó penalti Gargantilla Fernández y Miguel De las Cuevas lo convirtió en el 0-1 con un golpeo raso y duro. El Córdoba sofocó el conato de rebelión local de un modo drástico, lanzando su clásico mensaje de invulnerabilidad a un San Fernando que ya arrastraba los complejos típicos de un colista, aunque no perdió el nervio. De hecho, parece un chiste que el partido acabara solamente con una tarjeta amarilla dado el despliegue de fogosidad de los locales.

Willy Ledesma estuvo a punto de batir a Samu en el minuto 20 al conectar en plena carrera un remate de cabeza tras un centro de Simo. El balón rozó la escuadra. El Córdoba tenía el control agarrado ante un San Fernando cuya mayor amenaza residía en su imprevisibilidad: cualquiera se envalentonaba para ir al área. El joven Moller lo intentó con una persistencia conmovedora. Al filo de la media hora puso a prueba a Carlos Marín con un tiro raso y centrado que el meta almeriense detuvo. Los blanquiverdes, mejores desde cualquier punto de vista, creaban más peligro. Willy trató de picársela de cabeza al portero tras recibir de Adrián Fuentes. Los de Germán Crespo, con todo, no estaban cómodos. El San Fernando atosigaba en las marcas y se ensañaba especialmente con jugadores como Javi Flores, Álex Bernal o Simo Bouzaidi, al que le cayeron patadas de todos los colores.

Miguel De las Cuevas lanza el penalti que supuso el 0-1 para el Córdoba ante el San Fernando. CCF

En el tramo final de la primera parte estuvo más intenso el San Fernando ante un Córdoba contemplativo, que quiso sobar la pelota para hacer correr a su adversario. Le salió a medias. Los locales se acercaron más a la portería de Carlos Marín, que tuvo que intervenir en un par de ocasiones en saques de esquina. Los de Crespo no tenían su jornada más lúcida, desde luego, pero lo que hacían -y lo que no hacía el contrario, con más pasión que acierto- le bastaba para ir por delante en el marcador. 

Con una consigna: resolver

Retornó el Córdoba con brío, como era de suponer. De las Cuevas la tuvo clarísima a los dos minutos de la reanudación en una volea que rechazó el meta Samu Pérez. Un minuto después, Willy volvió a probar al portero local con un disparo raso y esquinado. No cambió Crespo a ningún futbolista, pero quedaba claro que instó a los suyos en el vestuario a dar un paso adelante para imponer su poderío y resolver el partido. Simo y Ekaitz lo intentaron con disparos que terminaron en córner. El Córdoba protagonizaba un acoso permanente ante un San Fernando acogotado.

Simo pudo romper el partido en una contra en el minuto 55. El hispano marroquí enfiló el marco con tiempo para pensar en cómo resolver en el mano a mano con Samu Pérez, pero el portero canario se le echó encima y desvió el apresurado disparo. La colección de oportunidades marradas por parte de los cordobesistas era ya importante. La acumulación de méritos -entendiendo por tal la generación de situaciones de peligro en el área del colista- no proporcionaba tranquilidad a los blanquiverdes, ansiosos por finiquitar el pleito para espantar cualquier fantasma. Y lo hizo con el mejor escobazo. En dos toques. Saque en largo de Carlos Marín, que pone el balón en el área contraria para que Willy Ledesma, embalado, empale con un trallazo que entra por la escuadra. Un prodigio de rentabilidad. Una acción al alcance de pocos en esta ingrata división.

A partir de ahí, todo fue de carril. Salió al campo Antonio Casas y, claro, marcó su gol. El rambleño anotó su noveno tanto liguero. El ingreso en la cancha de Arranz y Julio Iglesias fue un refresco. Luismi, también desde el banquillo, aportó su nota de efervescencia para transformar el tramo final del encuentro en una tómbola en el área canaria. Pudo llegar alguno más, pero al final ni las ganas de los recién entrados cambiaron un panorama de conformismo generalizado. El trabajo la estaba hecho. El San Fernando podrá decir que le plantó cara al líder y fue valiente, a su modo. El Córdoba, por su parte, vuelve a casa con tres puntos más y la certeza de que si algún día regresa a esta bella localidad será por disfrutar de vacaciones.

Ficha técnica:

0 -UD San Fernando: Samu Pérez, Stephane, Manu Alemán, Leto, Castaño, Moller, Aitor Brito, Isidro, Álex Cruz, Rayco y Joel Cerdeña.

Cambios: Javi Navarro por Moller (65'), Pedro González por Castaño (65'), Omar Velázquez por Aitor Brito (68'), Ruyman por Joel (74') y Guedes por Rayco (74').

3 -Córdoba CF: Carlos Marín, José Ruiz, José Cruz, Dragisa Gudelj, Ekaitz Jiménez, Álex Bernal, Javi Flores, Adrián Fuentes, De las Cuevas, Simo y Willy Ledesma. 

Cambios: Antonio Casas por Adrián Fuentes (65’), Carlos Puga por De las Cuevas (65'), Toni Arranz por Álex Bernal (70'), Luismi (74') por Simo y Julio Iglesias por Javi Flores (74')

Goles: 0-1 (7') Miguel De las Cuevas, de penalti. 0-2 (64') Willy Ledesma. 0-3 (72') Antonio Casas.

Árbitro: Gargantilla Fernández (Comité Extremeño). Mostró tarjeta amarilla al local Álex Cruz (26’). 

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada de Liga en el grupo 4 de la Segunda RFEF disputado en la Ciudad Deportiva de Maspalomas ante unos 800 espectadores, con presencia de medio centenar de aficionados del Córdoba CF.