¿Cómo se reforzaron los rivales del Córdoba CF durante el mercado invernal?

Todas las cartas están sobre la mesa. El mercado invernal, que en tantas ocasiones trajo consigo unas horas finales de auténtico infarto, concedió esta vez un respiro al Córdoba CF. En realidad fue la propia entidad quien se ganó el derecho a prácticamente mirar hacia otro lado mientras sus rivales apuraban los segundos para firmar algún refuerzo de garantías. El objetivo de muchos de ellos, conscientes de lo difícil que será arrebatarles el primer puesto del grupo 4 de la Segunda RFEF a los blanquiverdes, pasará por figurar entre los cinco de cabeza. Esa opción abriría una vía de ascenso a través de futuras eliminatorias, un horizonte que los de Germán Crespo evitarán ampliamente si mantienen el mismo nivel competitivo hasta el final del curso.

Un vendaval sin urgencias reseñables

El director deportivo, Juanito, ya avisó de las claras intenciones del equipo a lo largo del mes de enero. Bajo la premisa dictada por la tranquilidad se movieron -con sigilo y sin dudar- en pos de hallar algún mirlo blanco que diera un plus a la plantilla. Ahí apareció el nombre de Dragisa Gudelj, central serbio que mostró buenas maneras en el Cádiz CF B y que se ajustaba a lo que podría necesitar el míster granadino. Su fichaje, cuya duración expirará al término de la presente campaña, se hizo oficial mientras el grueso del vestuario vivía la experiencia en Baréin. En la otra cara de la moneda, entretanto, apareció el extremo Samu Delgado. La ficha sénior del manchego fue la empleada para tramitar la del nuevo jugador, una circunstancia idéntica a la que atravesó el invierno anterior. Los problemas físicos que arrastra desde hace más de un año le impidieron ofrecer su mejor versión y entrará en el quirófano para encontrar una solución.

Así pues, el principal reclamo de estas semanas apareció en el plano de las renovaciones. El talentoso Simo Bouzaidi y el veterano José Ruiz fueron los primeros en rubricar su continuidad hasta 2024 y 2023, respectivamente. El mismo camino seguirá un Adrián Fuentes que vio ampliado su vínculo a 2023 después de activar una de las cláusulas de su contrato -concretamente la de alcanzar la decena entre goles (9) y asistencias (4)-. No serán los únicos en el evidente plan que el Córdoba traza para el futuro en la Primera RFEF.

El abanico de Crespo es amplio, variado y repleto de calidad. Felipe Ramos y Carlos Marín seguirán con su mano a mano particular para ser el guardameta titular. La retaguardia gana consistencia, fortaleza y polivalencia con Gudelj, un factor determinante. Junto a él podrán formar José Ruiz, Carlos Puga, José Cruz, José Alonso, Bernardo Cruz, Ricardo Visus o Ekaitz Jiménez. El centro del campo tiene a Javi Flores, Julio Iglesias, Álex Bernal, Toni Arranz y Alejandro Viedma como protagonistas. El potencial ofensivo, abrumador hasta límites insospechados, cuenta con Simo, Omar Perdomo, Luismi Redondo, Adrián Fuentes, Miguel de las Cuevas, Antonio Casas y Willy Ledesma. Además, el papel del filial queda constatado con Jaylan Hankins, Tala o Christian Delgado, un añadido interesante que ya arrojó sus frutos inmersos entre tantas competiciones.

La misión establecida no será otra que evitar cualquier tipo de relajación y apretar el acelerador para igualar, e incluso mejorar, los datos cosechados en la primera vuelta. Por el momento tienen la lección aprendida merced a la infinita superioridad ofrecida ante el Xerez DFC y el Cádiz CF B. Uno en casa y otro fuera, sí, pero con la misma identidad que si jugaran únicamente en El Arcángel.

Los aspirantes al ascenso no arrojan la toalla

En total se registraron 98 operaciones -ya sean altas o bajas- entre los diferentes conjuntos que compiten en el grupo 4. El dato curioso reside en que solo uno de los 18 decidió no fichar: la AD Ceuta FC. Los caballas, cuyo filial milita en el grupo 10 de la Tercera RFEF, no tuvieron la urgencia por sellar acuerdos y paliarán sus carencias echando un vistazo en casa. En el otro extremo irrumpieron con fuerza el Xerez DFC, el CD San Roque de Lepe y el CF Villanovense, todos ellos llegando a los cinco refuerzos. Dicha tesitura evidenció el importante esfuerzo para cumplir las metas fijadas a principios de la campaña -la salvación en el caso de los azulinos y aurinegros y la lucha por la zona alta en los extremeños-.

El cuadro jerezano hizo efectiva las contrataciones del lateral Urtzi Uriondo (Barakaldo), el delantero David Grande (Calahorra), el mediocampista Gonzalo Poley (sin equipo), el mediocentro Marc Fraile (Recreativo de Huelva) y la cesión hasta final de temporada del portero Mario Luis (Real Madrid Castilla). El preparador Pérez Herrera, con el arsenal de caras nuevas, tratará de dotar a sus alineaciones de la regularidad y solidez de la que adoleció en ciertos tramos. Los leperos incorporaron al mediocentro ofensivo Gerard Vergé (San Fernando CD), al extremo izquierdo Tiago Cunha (Atlético Cearense), al extremo derecho Paulinho (Leixões Sub-23), al delantero centro Sherif Mohammed (Progen CF) y al mediocampista Marrufo. A Villanueva de la Serena arribaron el defensa central Alex Cortijo (CD Numancia), el medio David Hinojosa (Calvo Sotelo), el meta Álvaro Robles (El Ejido), el atacante Sergio Arribas (Inter de Madrid) y el lateral cordobés Gato (Extremadura), lo que evidenció su apuesta por obtener más recursos en la zaga.

El CD Coria, el CP Cacereño y la UD Montijo, además del citado Villanovense, van a por todas hacia el ascenso. Los celestes reajustaron su plantilla con la llegada de una nueva tanda de artilleros para Rai Rosa. Los extremos Álvaro Traver (Alzira) e Isma Cerro (libre) y el delantero Dani Homet (Socuéllamos) cierran el capítulo de incorporaciones para una entidad cauriense que tuvo entre ceja y ceja cristalizar futbolistas que ofrecieran gol. Los verdes miraron a la banda con el lateral Didier de la Cruz (Llanera) y el extremo Colau (Lleida) y el combinado de Juan Marrero actuó de igual manera mediante el extremo Ibra Keita (Salamanca), el guardameta Sergio Tienza (Villanovense) y el extremo Juan Barragán (Badajoz B). 

Si por arriba la historia tuvo su miga, por abajo no se quedaron atrás. El Panadería Pulido actuó para frenar su presumible descenso contratando al mediocampista Samuel Yemoh (Arucas) y al ariete Adrián Baroa (Leganés B). La UD San Fernando se fijó en el extremo Roy Siebelder (CD Tahíche), el arquero Samuel Pérez (Real Valladolid B) y consumó la cesión de Isidro López (Las Palmas Atlético) para la zona de creación. La UD Tamaraceite confirmó a Pape Abdou (Tamaraceite Juvenil) y al lateral Borja Herrera (Unionistas). El CD Mensajero, en la isla de La Palma, anunció al central Diego Simón (Poli Ejido), el extremo Alain Arreitunandia (SD Eibar), el delantero Álex García (Saguntino) y el mediocentro ofensivo Toni Segura (Arka Gdynia). Y en el filial de Las Palmas, por su parte, dieron la bienvenida a Julen Pérez (Las Palmas C) y al lateral Yeremi Valerón (Unión Puerto).

Villanovense, Montijo, Coria y Cádiz B, los equipos con más bajas

Para que se produzcan entradas han de producirse previamente salidas, y ese es el caso que numerosos equipos de la categoría llevaron a cabo para aligerar la cantidad de jugadores entre sus filas. El Villanovense se desprendió de Álvaro González, Javi Lobato, José Antonio Espín y Sergio Tienza. Los montijanos así lo hicieron con los jugadores Martín Gianoli, Gideon Acquah, Rodrigo Gattas y Nikita Fedotov. El cuadro cauriense también dejó de contar con los servicios de Chema Martínez, Adil Azarkan, Alagy Oliveira y su hasta ahora capitán Álvaro Rodríguez. Por último, el filial cadista rescindió los contratos de Gudelj, Sergi Fernández, Yeray Molina y cedió a su delantero Pedro Benito (San Fernando CD) hasta final de temporada.