David García acaba de cumplir 39 años y hace unos meses, con 38, vivió su último ascenso, posiblemente, con el Tamaraceite, tras una vida futbolística circunscrita al fútbol insular. El central canario, cuando contaba tan solo 19 años, vivió un descenso a Tercera con el Vecindario, cuando nacía el siglo XXI. Desde entonces, siempre en las islas, también descendió con la Unión Deportiva Las Palmas a Segunda B (03-04) y a Segunda (17-18). Pero también vivió momentos felices, como el ascenso a Primera con los amarillos (14-15) o a Segunda (05-06), además del referido con el Tamaraceite, equipo con el que esta temporada lo ha jugado todo, junto a su pareja en el eje de la zaga, Alberto Rodríguez. David García formaba parte de aquella plantilla de la UD Las Palmas a la que se enfrentó el Córdoba CF el 22 de junio del 2014 y estuvo en el banquillo, junto a Josico, sin poder participar en el encuentro, impotente ante el gol de Uli Dávila que daba la gloria a los blanquiverdes en la última jugada del choque, con muchos espectadores en la pista de atletismo que rodea el césped del estadio canario.

Los Aythami y los hermanos

En aquel plantel amarillo había dos Aythami, el ya conocido por la afición cordobesista, y Aythami Álvarez, hoy jugador del Tamaraceite. En aquella campaña, Aythami apenas disputó cuatro encuentros y ni siquiera estaba convocado para la gran final por el ascenso a Primera. Su padre, Nandi, debutó en Segunda División B militando en el Telde, precisamente contra el Córdoba CF, en la temporada 87-88, siendo compañero en aquel equipo de un mítico del fútbol canario como Pepe Juan y, además, eran entrenados por el exblanquiverde Álvaro Pérez.

Los lazos familiares están muy presentes en esta Unión Deportiva Tamaraceite. Su presidente, Héctor Ramírez, es hermano del máximo dirigente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, y en el mismo plantel del barrio canario hay dos hermanos: Aníbal y Asdrúbal Padrón. El segundo, también formaba parte de la plantilla de la UD Las Palmas, aquella tarde del 22 de junio del 2014. De hecho, Asdrúbal anotó el tanto que certificaba el pase de los amarillos a aquella final contra el Córdoba CF, en El Molinón-Quini, campo al que saltó desde el banquillo 15 minutos antes del tanto de la victoria canaria. Finalmente, David González, también hoy jugador del Tamaraceite, empezó la 13-14 en las filas de la UD Las Palmas, aunque no jugó ningún partido y tuvo que salir en el mercado de enero camino a Soria, donde disputó 15 partidos defendiendo la camiseta del Numancia.

Capitán en el Bernabéu

Pero, obviamente, no son los únicos protagonistas que se verán las caras casi siete años después. Bernardo Cruz, único superviviente en el Córdoba CF de aquella fecha tras su regreso a El Arcángel, se reencontrará con José María López Silva, hoy jugador de la UD Tamaraceite, que casi no necesita presentación para cualquier seguidor cordobesista. El onubense fue el capitán blanquiverde en el regreso a Primera, 42 años después, en el Santiago Bernabéu y cumplió una etapa de cinco años en El Arcángel en la que es recordado individualmente, más allá de aquel histórico ascenso a Primera. López Silva tiene su propio hueco, personal, en el Córdoba CF, tanto por su calidad como por no pocas imágenes transmitidas a lo largo de ese lustro. Y tiene su mérito cuando todos esos recuerdos vienen de un futbolista que nunca hizo nada de cara a la galería o con el egoísmo de ser recordado. El pajarillo siempre intentó ser discreto y, al contrario de no pocos, solo hablaba en el campo. Aquel caño a Marcelo, en su estreno en Primera, lo decía todo de él como futbolista. O el gol que dio la primera victoria en Riazor en la campaña del ascenso. O la maravilla firmada ante el Alcorcón. Tras aquel estreno en Primera, en el Bernabéu, hubo quien se la puso botando para gustarse, remarcándole que era el capitán del Córdoba CF en la vuelta de los blanquiverdes a Primera 42 años después. «Ha sido por casualidad», dijo, recordando que en el once titular no estaban Xisco Jiménez -que entró en la segunda parte por Mike Havenaar-, ni Abel Gómez, que era «el primer capitán y seguro que pronto se volverá a poner el brazalete», recordó López Silva, quitando importancia a la imagen suya dando la mano a Íker Casillas y a Gil Manzano, árbitro de aquel encuentro.

Algunos de los protagonistas de aquel inolvidable 22 de junio del 2014 se verán las caras el próximo domingo, cuando el Córdoba CF juegue contra el Tamaraceite en el césped artificial del Juan Guedes, que dista unos tres kilómetros del estadio en el que protagonizó aquella gesta y en el que certificó, hace un par de años, su descenso a Segunda B. Aunque la distancia de este Córdoba CF con el Gran Canaria es, en realidad, sensiblemente más larga que esos poco más de 3.000 metros.