Salud invita a los varones de 12 a 18 años a vacunarse frente al virus del papiloma humano

Un niño se vacuna del virus del papiloma humano.

Un niño se vacuna del virus del papiloma humano. / CHENCHO MARTÍNEZ

EFE

La Consejería de Salud y Consumo ha recomendado a las familias que los adolescentes de entre 12 y 18 años se vacunen frente al virus del papiloma humano, ya que resulta imprescindible para que los chicos eviten contraer cáncer genital –en la zona ano-genital– y de cabeza-cuello –oral y faríngeo–.

El pasado lunes se amplió la indicación, ya que hasta la fecha estaba incluida en el calendario oficial para todas las chicas adolescentes de 12 a 18 años, con una cobertura de más del 90 por ciento y, desde 2023, también para los chicos que cumpliesen 12 años.

Por tanto, todos los varones con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años que aún no hayan sido vacunados frente a este virus podrán vacunarse de la misma forma que las chicas, pidiendo cita en su centro de salud.

Con esta medida pueden verse beneficiados un total de 235.121 chicos andaluces de hasta 18 años, ha informado este domingo la Junta en un comunicado.

El VPH afecta a los dos sexos, por lo que es muy importante la vacunación en la adolescencia lo antes posible.

Actualmente, en Andalucía la vacunación de las chicas adolescentes entre 12 y 18 años está en el 92,4 por ciento y el pasado año se incorporó por primera vez la vacunación a los chicos de 12 años, de la cohorte de 2011, que hasta ahora ha alcanzado el 85,9 por ciento.

La facultativa especialista de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga Blanca O'Donnell explica que, "con una sola dosis, se puede disminuir la trasmisión del virus y con ello prevenir el riesgo de cáncer".

"La vacunación previene de una infección de trasmisión sexual, que es la más frecuente entre hombres y mujeres, y de que esta infección pueda hacerse persistente dando lugar a cáncer, tanto a nivel ano-genital como a nivel cabeza-cuello", ha asegurado esta especialista.

Por ello, a pesar de que se trata de una medida para la protección de la salud a nivel individual, "evita infecciones y enfermedad, pero además una protección colectiva mayor".

El cuello del útero es la parte más inferior del útero que asoma en el fondo de la vagina, y el cáncer de cérvix o de cuello del útero ocurre cuando las células de esta zona se vuelven anormales y empiezan a crecer de forma descontrolada.

La causa principal es la infección persistente por virus del papiloma humano (VPH), que se contrae generalmente a través de un contacto sexual.

El 80 por ciento de las mujeres lo contraen y en la mayoría de los casos desaparece al cabo de un tiempo, pero en algunas mujeres (10 a 15 por ciento) no desaparece, y tienen más riesgo de desarrollar cáncer de cuello del útero.

Este tipo de cáncer tarda más de diez años en desarrollarse, por lo que se dispone de un plazo prolongado para detectarlo, tratarlo y curarlo.

Esta infección no produce molestias o síntomas, por lo que la manera de saber su existencia es a través del cribado.

Aunque la vacunación es la mejor prevención, los expertos recomiendan emplear otras medidas preventivas, como usar preservativo, lo que reduce las posibilidades de transmisión, y que las mujeres participen en los programas de cribado a través de citologías.

Las citologías pueden detectar precozmente las células cervicales anómalas para ser tratadas antes de que el cáncer aparezca.

El cribado reduce la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello de útero de un 70 a un 80 por ciento y debe realizarse a mujeres de entre 25 y 65 años.