Juanma Moreno y Teresa Ribera ponen la primera piedra

Comienzan a construir la planta de biocombustibles de Huelva

Será la mayor infraestructura de este tipo del sur de Europa y creará unos 2.000 empleos

Producirá 500.000 toneladas de carburante sostenible de aviación y diesel renovable

Primera piedra de la nueva planta de biocombustibles 2G de Cepsa y Bioils en Palos de la Frontera (Huelva).

Primera piedra de la nueva planta de biocombustibles 2G de Cepsa y Bioils en Palos de la Frontera (Huelva). / ALBERTO CORCHERO / EUROPA PRESS

Efe

Cepsa y Bio-Oils pusieron este viernes la primera piedra de la que será la mayor planta de biocombustibles de segunda generación (2G) del sur de Europa que, localizada en Palos de la Frontera (Huelva), supondrá una inversión de 1.200 millones y la creación de 2.000 empleos directos e indirectos.

Esta instalación, que producirá anualmente de manera flexible 500.000 toneladas de combustible sostenible de aviación (SAF) y diesel renovable (HVO) y cuya puesta en marcha está prevista para 2026, permitirá a la alianza formada por ambas compañías duplicar su capacidad de producción actual.

El acto de inicio del proyecto contó con la presencia la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el presidente andaluz, Juanma Moreno; Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, y el director general de RGE Anderson Tanoto, que gestiona un grupo de empresas manufactureras basadas en recursos naturales, entre ellas Apical y Bio-Oils, y el director ejecutivo de Apical, Pratheepan Karunagaran.

Andalucía lidera la transición energética

Juanma Moreno subrayó que Andalucía «lidera la transición energética desde el Sur de Europa», erigiéndose en «uno de los nodos más sobresalientes de innovación, investigación, producción, logística y transporte en el ámbito de las energías limpias». Por ello, señaló que la región «está lista» para «transformar el mundo» y convertirse «en la gran productora distribuidora de energías limpias del continente» generando «nuevos avances y oportunidades».

Por su parte, la vicepresidenta Ribera precisó que este proyecto encarna el compromiso de estas compañías con «la construcción de infraestructuras esenciales para descarbonizar» en un contexto donde todos coinciden en que «el gran reto desde el punto de vista de seguridad energética está en gestionar bien la respuesta al cambio climático». «En los últimos años hemos hecho un gran esfuerzo para reducir drásticamente las emisiones, pero sectores como la industria, el transporte aéreo y marítimo necesitan acelerar los cambios. La presencia de energías renovables en el sector del transporte está hoy en el entorno del 10% y es un sector responsable del 30% de las emisiones en España», precisó.

Ribera indicó que «queda mucho por hacer» porque «consideramos que no solamente basta con cambiar el color de las moléculas o los electrones; las industrias que hay detrás, los servicios que hay detrás, son, precisamente, la gran oportunidad para reindustrializar y modernizar nuestro tejido productivo». Por eso, dijo, «queremos que la atención a la cadena de valor industrial esté presente en el proceso de cambio y vamos a dedicar más de 750 millones de euros a ello».

Los biocombustibles 2G, producidos a partir de desechos agrícolas o aceites usados de cocina, son una solución energética que permite descarbonizar el transporte por tierra, mar y aire sin necesidad de cambiar los motores actuales. La nueva instalación se construirá con la última tecnología para la producción de combustibles renovables, tendrá un mínimo impacto ambiental. No consumirá agua dulce, sino que utilizará aguas recuperadas, y gracias al consumo de hidrógeno renovable, electricidad 100% renovable y a diferentes sistemas de recuperación de calor y eficiencia energética, emitirá un 75% menos de CO2 que una planta de biocombustibles tradicional.

Así lo destacó Maarten Wetselaar para quien «empezamos a materializar el primer gran hito de la estrategia Positive Motion» con la construcción de un proyecto estratégico «que nos permitirá ser un referente europeo en el campo de las moléculas verdes y facilitará la descarbonización inmediata de sectores no electrificables». Por su parte, Pratheepan Karunagaran señaló que «se espera que la producción mundial de SAF se triplique en 2024, en comparación con los niveles de 2023, alcanzando 1,5 millones de toneladas. Sin embargo, la disponibilidad de materias primas sostenibles sigue siendo un reto para muchos países».