El presidente del Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana, Miguel Delibes de Castro, calificó este martes de «irrespetuosa y desleal» con la Junta la regulación de regadíos en el entorno de Doñana que proponen por el trámite de urgencia PP, Cs y Vox, de la que dijo: «Es hacerse trampas al solitario». Durante su comparecencia ante la Comisión de Fomento del Parlamento de Andalucía para opinar sobre la proposición de ley que arbitra una nueva regulación y ampliación de los regadíos en el entorno de Doñana (cita en la que una veintena de organizaciones expusieron ayer su punto de vista), explicó que al conocer la iniciativa comunicó al presidente andaluz, Juanma Moreno, su opinión «crítica». «Es muy desleal con el Consejo de Participación de Doñana y ha sido una sorpresa, un bofetón. He pedido al presidente que la reconsidere», sostuvo.

Tras aseverar que es «poco respetuosa» con la Junta de Andalucía y con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Delibes opinó que la nueva regulación es «poco responsable» con el agua, un bien escaso para la agricultura y con el espacio protegido. El presidente del Consejo de Participación detalló que el plan de regulación de 2014 fue aprobado por amplia mayoría, recibió 3.000 alegaciones y fueron contestadas.

«Decir ahora la contrario es irritante porque el plan fue aceptado como pacto por la UE, la Unesco y el Estado español», señaló Delibes, que cree que la propuesta del PP, Cs y Vox supone «agitar un avispero y es poco creíble», a lo que sumó las posibles sanciones europeas. «Europa no va a aceptar esta ampliación de regadíos», avisó. Además, está convencido de que la regulación que se tramita en el Parlamento andaluz «hurta el debate» público.

«Es hacer trampas al solitario, alimenta la tensión, el descontento y ni ha tenido diálogo ni tiene consenso», criticó de la proposición de ley. Si se aprueba será recurrida al TC y a los tribunales europeos, subrayó Delibes, que es partidario de retirar la iniciativa y buscar soluciones para los agricultores como la permuta de tierras o la condonación de sanciones.

En cuanto al resto de comparecientes, municipios del Condado de Huelva, regantes y sindicatos agrarios pidieron infraestructuras hidráulicas para acabar con el problema del agua en Doñana, aunque no faltaron voces críticas que reclamaron al PP, Cs y Vox que retiren su propuesta sobre la regulación de regadíos en la zona.

Cristóbal Cano, de la UPA-Andalucía, exigió la urgente realización de las infraestructuras hidráulicas para la llegada del agua superficial a Doñana, lo que en su opinión acabaría con el debate, y criticó la falta de pedagogía sobre la propuesta de ley y que ésta no cifre las hectáreas afectadas por regulación. «Se apruebe o no se apruebe esta ley, el problema va a seguir existiendo mientras no llegue el agua superficial», advirtió.

Aunque con matices, los alcaldes del Condado coincidieron en la necesidad de garantizar la llegada a esta zona de Doñana de agua superficial mediante obras hidráulicas provenientes de un trasvase de los ríos Tinto-Odiel-Piedras, de la demarcación del Guadalquivir, cuyo «incumplimiento» se remonta casi diez años. Los regidores pidieron a los grupos consenso para aprobar la regulación de los regadíos acorde a las directivas de UE, una propuesta que sea «más participada» por todos los agentes implicados, desde el Consejo de Participación de Doñana, y que evite el desprestigio internacional de los productos agrícolas.

Otros condenaron el uso partidista de la proposición de ley de PP, Cs y Vox y llegaron incluso a solicitar que sea retirada y modificada, aunque también criticaron que el Gobierno andaluz no haya realizado ningún informe técnico ni jurídico, lo que crea «confusión e incertidumbre» a los agricultores. Una de las más beligerantes contra la nueva regulación fue la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano, quien alertó de que los agricultores la ven como una «amenaza» para los cultivos legales. Pidió la retirada de la proposición de ley y garantizar el agua superficial en la zona. «La propuesta ha roto el consenso, es desafortunada, abre heridas cicatrizadas y ha dividido a los habitantes de la zona», denunció.

También respaldó la iniciativa la Plataforma en defensa de los regadíos del Condado de Huelva, y su presidente Romualdo García dijo que los agricultores de la zona demandan agua superficial desde 1990. «La persecución y el ensañamiento que están teniendo con nosotros es algo sin parangón», así se pronunció Francisco Palomo Betanzos uno de los agricultores afectados por la no regularización de sus tierras en el Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona de Doñana aprobado en 2014, que califica de «una injusticia total».