La flota pesquera andaluza, al igual que la del resto de comunidades autónomas con cofradías en España, permanecerá amarrada a puerto hasta el próximo miércoles por la situación derivada de las subidas de precios.

Los pescadores españoles urgieron este sábado al Gobierno a tomar medidas ya. En este sentido, el presidente de las cofradías españolas y patrón mayor de Burela (Lugo), Basilio Otero, recordó que el amarre se extenderá hasta el próximo miércoles, jornada en la que está prevista una reunión con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para buscar soluciones.

«Esperemos que salga un buen resultado de la reunión y del propio gobierno; si no amañamos, no va a haber pescado ni va a haber otra cosa», señala. Asimismo, Basilio Otero apunta que las medidas ya van «tarde» y emplaza al Ejecutivo estatal a tomar decisiones para solucionar la situación de alza de los precios.

Además, el patrón mayor de Burela apunta que otro «factor importante» para el amarre es el hecho de que, debido a la huelga del transporte, no se esté recogiendo el pescado en las lonjas. «Es una tontería tirar el pescado con el hambre que hay en el mundo», subraya.

En concreto, las cofradías españolas explicaron el viernes que, ante la subida del combustible, se alcanzó un acuerdo en el Comité Ejecutivo y la Comisión Permanente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores para que, «de forma urgente y extraordinaria», se acuerde solicitar el amarre de toda la flota española hasta la reunión con Planas «por la gravísima situación que atraviesa el sector pesquero». El paro afecta a unas 200 cofradías y 40.000 afiliados, casi 9.000 de ellos son propietarios de embarcaciones.

Desequilibrio en el sector conservero por el impacto de la guerra ucraniana

El director general de la división Europa del Grupo Calvo, Enrique Orge, consideró este sábado que la guerra de Ucrania «ha hecho saltar el frágil equilibrio» de la industria conservera de pescado, porque complica el abastecimiento de materias primas y acentúa la subida de los costes de producción. El Grupo Calvo mantiene sus planes de expansión internacional y previsiones de ventas, pero con preocupación por el impacto económico de la invasión rusa de Ucrania, que dificulta el aprovisionamiento de aceites vegetales y añade tensión a los precios de materias primas como el aluminio, según reconoció su directivo.