El consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, ha informado este martes de que se está estudiando la posibilidad de reducir las cuarentenas en los contactos estrechos sin síntomas de personas que han dado positivo por coronavirus, así como si se reduce el número de pruebas, que ahora se hacen «a todo el mundo», y si los estudios de trazabilidad también se van limitando.

Aguirre ha explicado en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno que la variante ómicron es mucho más virulenta en cuanto a que provoca más contagios, pero con menor incidencia clínica, por lo que los expertos están abordando esta sexta ola «de manera diferente».

Lo que se está analizando es si, por ejemplo, es necesario que un contacto estrecho sin síntomas guarde cuarentena de diez días, si a todos los contactos hay que hacerle una PCR o un test, o si la trazabilidad de los casos se debería quedar sólo en aquellos no vacunados o que tengan síntomas, detalló.

El consejero ha señalado que sólo esta semana se han hecho 250.000 pruebas, que suponen un millón en un mes, un volumen «muy grande de personal» dentro del Servicio Andaluz de Salud (SAS), por lo que «hay que valorar si ha sido eficiente». Aguirre, que ha asegurado que es algo que ya se ha hablado con el Ministerio de Sanidad, insistió en que esta ola hay que abordarla de forma diferente y por ello se está intentando «articular los medios que tenemos dentro de la realidad».

En cuanto a los aforos en el fútbol o el baloncesto, que irán al consejo interterritorial de este miércoles, el consejero ha destacado que la situación en Andalucía es mejor que en el resto de comunidades autónomas y que no se contempla ningún tipo de control de aforo en interior o exterior, sino mantener las medidas actuales.

Así, ha valorado que Andalucía es la comunidad con menos presión hospitalaria junto con Extremadura, con un 5,7% en las camas convencionales y un 9,18% en UCI, lo que supone «justo la mitad» que la media de las regiones. El consejero prevé que hoy se sobrepasen los 1.000 casos (por cada 100.000 habitantes acumulados en 14 días) de tasa de incidencia, superando el máximo de la tercera ola, pero insistió en que la gran diferencia es la incidencia hospitalaria, lo que se debe «principalmente, a la vacuna».

De diez días a cinco

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas estudiarán este miércoles, en el marco del Consejo Interterritorial, reducir el aislamiento de los contagiados de los 10 días actuales a 5, una medida que poco a poco se va abriendo paso a ambos lados del Atlántico.

La Comunidad de Madrid fue la primera en defender esta iniciativa. Castila y León y Andalucía, gobernadas también por el PP, llevarán este asunto a la reunión. Pero la reivindicación no se ciñe a las autonomías conservadoras. Castilla-La Mancha, gobernada por el PSOE, también defiende este enfoque.

El Gobierno, mientras tanto, evitó posicionarse, remitiéndose al debate que tendrá lugar en el Consejo Interterriorial. Fuentes del Ejecutivo subrayan que la medida, para salir adelante, deberá de ser validada primero por la Comisión de Salud Pública, que agrupa a los cargos técnicos del Gobierno y los territorios. España puede tomar la decisión por sí misma, sin necesidad de contar con el visto bueno de la UE.

La protección frente al virus es menor

Los expertos advierten de que si la reducción del tiempo de cuarentena para las personas contagiadas de covid sale adelante, el nivel de protección frente al virus será menor. «Es una medida que pretende gestionar la pandemia ante la enorme transmisión comunitaria que hay en estos momentos, la dificultad de gestionar las cuarentenas de tanta gente y el impacto en bajas laborales y en la productividad. Pero desde el punto de vista del control de la enfermedad, contribuye a una mayor transmisión comunitaria, porque hasta los 10 días hay riesgo de contagio entre los que puedan estar infectados. Y aunque las personas correctamente vacunadas pueden resolver la infección y su carga viral antes de esos 10 días, no es seguro que siempre vaya a ser así», explica José Martínez Olmos, exdirector general de Sanidad y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

EEUU ya ha dado el paso. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron el lunes que el tiempo de aislamiento para los pacientes contagiados que sean asintomáticos pasará a ser de cinco días. Pasado ese tiempo, durante los cinco días siguientes, los afectados deberán utilizar mascarilla siempre que estén cerca de otras personas. La semana pasada, Reino Unido tomó una decisión similar, pero algo más tímida: las cuarentenas serán de siete días en el caso de que el contagiado dé negativo en dos test de antígenos. También Italia se plantea aprobar una medida de este tipo. Aquí la relajación de la cuarentena afectaría solo a los vacunados con la dosis de refuerzo, ante el temor que la expansión de la variante ómicron paralice importantes sectores productivos.