La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha defendido el principio de acuerdo alcanzado entre España y Reino Unido sobre Gibraltar, subrayando que además de preservar las reivindicaciones de soberanía también aspira a crear una «área de prosperidad compartida» después de «300 años de reivindicaciones y ser ignorados». Laya compareció ayer a petición propia ante la Comisión Mixta para la UE para explicar tanto este preacuerdo sobre el Peñón, alcanzado el 31 de diciembre, como el acuerdo suscrito entre la UE y Reino Unido el 24 de diciembre que regulará la futura relación de este país con el bloque. En ambos casos, la ministra ha pedido hacer un «ejercicio de imaginación» con lo que hubiera pasado si no hubiera habido acuerdo y en el caso concreto de Gibraltar hubiera supuesto un «Brexit duro» y el mantenimiento de la Verja.

«Si lo que se pretende es tener otros 300 años de reivindicaciones y ser ignorados desde luego una salida sin acuerdo hubiese contribuido en gran manera a este resultado», sostuvo, insistiendo en que el texto pactado, que sentará la base para un acuerdo entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar, no afecta a las reivindicaciones de soberanía.

Según la ministra, sin acuerdo «España hubiera perdido capacidad de influencia y control de este territorio al menos por una generación», mientras que lo que ocurre ahora es que «recupera protagonismo en los asuntos de Gibraltar» y «toma la iniciativa con un claro plan de futuro para la zona del Campo».