Un hombre de 62 años, policía nacional jubilado, fue detenido ayer tras confesar a unos policías locales que había acabado con la vida de su pareja sentimental en el domicilio que ambos comparten en Granada capital.

Según los datos que baraja la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, el suceso ocurrió sobre las 8.30 horas en el número 4 de la calle Periodista Luis de Vicente, en la zona norte de Granada, donde el presunto agresor apuñaló a su pareja, N. C. C., también de 62 años, con un cuchillo de cocina y la golpeó con un objeto contundente. Posteriormente, el hombre, C. M. C., se dirigió en una actitud "bastante nerviosa y con manchas de sangre" a un bar cercano, donde se encontró con unos policías locales a los que confesó los hechos, quedando arrestado. Hasta el domicilio se desplazaron varias patrullas de la Policía Local, que hallaron el cuerpo sin vida de la víctima tirado en el suelo y con síntomas visibles de violencia.

Fuentes del Instituto Andaluz de la Juventud (IAM) en Granada precisaron a Europa Press que la víctima no presentó ninguna denuncia previa contra su pareja ni solicitó los recursos que ofrece la Junta para atender a la mujeres víctimas de malos tratos. Sin embargo, la víctima sí se desplazó al IAM hasta en dos ocasiones para recibir asesoramiento sobre el proceso de divorcio y los trámites a seguir, siendo la única vinculación mantenida con este centro.

Esta nueva víctima de violencia de género es la segunda en lo que va de año en Granada tras la muerte, el pasado 13 de enero, de una mujer de 29 años y nacionalidad china que fue golpeada por su pareja en la cabeza en una tienda de alimentación que ambos regentaban en la capital.

SORPRESA ENTRE LOS VECINOS Los vecinos del domicilio donde ocurrieron los hechos se debaten entre la "sorpresa" y la "consternación" por lo ocurrido. En las inmediaciones del número 4 de la calle Periodista Luis de Vicente, una vecina explicó que la pareja estuvo separada unos años y que ella tenía desde hacía tiempo "problemas de depresión, de ansiedad y de nervios".

El matrimonio solía tener discusiones, a las que el marido, policía jubilado, reaccionaba "marchándose y quitándose de en medio". "Nos hemos quedado muy extrañados, discutían, pero no nos esperábamos que sucediera finaslmente algo así", dijo otro vecino.