ALREDEDOR DE medio centenar de ex mineros de Boliden Apirsa se encerraron ayer en la catedral de Sevilla para exigir a la Junta que cumplan con los acuerdos adoptados y proceda a su recolocación. Se trata de una protesta de carácter pacífica e indefinida, declaró el portavoz de los trabajadores, Juan José Fernández, quien explicó que los trabajadores accedieron a la catedral para comenzar el encierro durante la procesión del Corpus Christi.