Campaña de la aceituna

El campo cordobés, bajo la custodia de la Guardia Civil

El Equipo Roca continúa coordinando un intenso dispositivo contra los robos en explotaciones agrícolas, especialmente olivareras, tras el aumento de la actividad delictiva hace un año

La Guardia Civil, en alerta por la aceituna

A. J. González

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Los todoterrenos de la Guardia Civil aceleran dejando tras de sí una estela de polvo y un profundo mutismo. De repente, el teniente Antonio Reina rompe el silencio reinante entre olivares para, con una palabra, confirmar: "Otro". Casi sin atisbo de duda, prosigue: "Hemos pillado a otro". Sus agentes acababan de salir a toda prisa tomando dos caminos de una intersección para alcanzar a un vehículo que, tras divisar el control de carretera, giró y dio marcha atrás. Minutos después, informan de la localización de maquinaria para la recogida de aceituna. Entre ésta, un recogedor manual para embolsar los frutos del suelo.

La máquina era similar a la que, un rato antes, hallaron en el maletero de un turismo que se disponía a cambiar de provincia cargado con más de 300 kilogramos de aceitunas guardados en sacos de rafia y dispuestos a partes iguales entre el maletero y los asientos traseros del coche. Estos últimos permanecían ocultos bajo prendas oscuras. Los agentes del Equipo Roca acompañan al conductor y a otro ocupante hasta una almazara cercana, truncando sus intenciones de abandonar Córdoba. Una vez allí, se procede a incautar la mercancía que consideran robada por no contar con ningún documento de trazabilidad. Si la cantidad no supera los 400 euros en valor de mercado, este hecho se quedará solo en un delito leve. Sin detenciones, pero con su puesta en conocimiento de la Justicia.

Un día antes, la Guardia Civil, con el apoyo de guardas rurales, intervino unos 800 kilogramos. Al igual que dos semanas atrás, cuando pillaron ‘in fraganti’ a ladrones de aceituna en una finca de la provincia. Esas cantidades sobrepasan el límite y se convierten en delitos graves, de robo, lo que acarrea, además, detención de los infractores. Pero, como explican desde uno de los Equipos Roca de Córdoba, todo es más complejo de lo que parece: "Es más el daño del olivo que lo que se llevan". Entonces, más allá de la mercancía robada, los agentes tienen que dirimir el estado en que queda el olivar. Asunto que se torna más complicado cuando la detección se realiza en plena carretera, en uno de los tantos controles que, durante la campaña de la aceituna, realizan. En estos casos, los delincuentes pueden enfrentarse a penas de hasta dos o tres años de prisión.

Intensificación del operativo

El esfuerzo podría parecer titánico. Y no es que no lo sea. En campaña olivarera, especialmente desde la segunda quincena de enero hasta la primera mitad de marzo, la actividad delictiva en el campo aumenta y la Benemérita tiene que redoblar esfuerzos. Este año, dos factores, principalmente, han provocado que el dispositivo se haya intensificado: el alto precio del aceite y los preocupantes datos de la campaña anterior.

Entre los últimos meses de 2022 y los primeros de 2023, la Benemérita asistió a un ligero incremento de los casos de sustracción de aceitunas, según datos de la Comandancia de Córdoba. También aumentó la cantidad sustraída. Respecto a la campaña anterior, los agentes detuvieron y/o investigaron al doble de personas por robos en el campo. Al doble. Si bien es cierto que también lograron recuperar un 8,7% más cantidad que un año antes. En total, 25 toneladas de aceitunas, lo que supuso más de un 18% del total que se robó en la provincia. 

Pese a la complejidad, la multidisciplinariedad del cuerpo facilita la eficacia del servicio. En lo alto de una loma, un par de motos -por color, pasan desapercibidas entre las hojas del olivo- frenan y, de ellas, descienden dos uniformados. Desde la distancia apenas se aprecia su presencia. Ellos no dirían lo mismo. Con prismáticos, vigilan la amplia extensión natural que alcanzan a ver. Mayor precisión, aún, ofrece el dron que se eleva entre olivos para detectar movimientos fuera de lo común, supliendo, así, el trabajo que realizaría un helicóptero que, en el momento al que se refieren estas líneas, se encontraba realizando un rescate de urgencia en Sierra Nevada. 

La colaboración entre Seguridad Ciudadana, el Seprona, la Policía Judicial, el Grupo de Información, el Subsector de Tráfico, el Grupo de Caballería, el Equipo Pegaso y, por supuesto, Roca permite controlar la provincia por tierra y aire

Seguridad en el campo

"El año pasado me robaron diez máquinas", lamenta uno de los encargados de una explotación. Las tenía guardadas bajo llave en una nave situada en un municipio cordobés. Pero un día entraron, con ayuda de alguien, sospecha, que conocía aquello y se llevaron un equipo que él valora en 17.000 euros. Peor suerte corrió otro de los responsables: "A mi me quitaron 53.000 euros en maquinaria hace dos años". Con los números de serie, la Guardia Civil puede comprobar el origen de las máquinas. Sin embargo, los propios encargados de las explotaciones olivareras son conscientes de que no basta con eso. "Los borran", aseguran. "Nos encontramos con maquinaria que no llegamos a entregar", explica uno de los mandos del Equipo Roca. Por eso, aconsejados por la autoridad, marcan las herramientas con algún signo para su identificación. 

En mitad del tajo, varios agentes a caballo aparecen sigilosamente. Los animales tienen una ventaja sobre los vehículos a motor en este tipo de escenarios: pueden adentrarse por cualquier lugar, sin hacer saltar las alarmas. El encargado de la explotación entrega los documentos de sus jornaleros. Los delitos en el campo también están relacionados con la explotación laboral. Es por ello que el cuerpo, en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, busca posibles irregularidades.

Entre la maraña de delitos y delincuentes, de rastros de productos y maquinaria robados, de avisos nocturnos y patrullajes, hay una función que los agentes se encargan de recordar y que resulta esencial en los tiempos que corren: el reto demográfico.

Una patrulla se aproxima a la vivienda de una finca situada a unos diez kilómetros de la localidad más cercana. Al sol, la recibe Manuel, un octogenario que conoce el terreno, asegura, como la palma de su mano: "Nos hemos criado toda la vida aquí". Creció en el campo y la vejez le obligó a cambiar un piso por el llano de una casa en el campo. Manuel dice no estar solo y habla de los guardas rurales como sus vecinos. Pero es consciente de que alrededor ya no vive nadie, como sí sucedía antaño. La labor de esa dedicación -más en plena campaña- de la guardería rural resulta esencial, pues son los ojos permanentes, pese a que la Guardia Civil realice patrullajes diarios.

En la soledad, placentera y, a la vez, imponente, de las vastas extensiones de terrenos agrícolas, Manuel tiene clara una cosa: la actividad de los agentes es imprescindible. Ellos mismos lo saben y, por eso, pasan con frecuencia por las pocas fincas habitadas para prevenir a los vecinos y asegurarles algo: pueden contar con su protección

La prevención y la cooperación, claves contra la delicuencia

La prevención es el primer eslabón de la seguridad y, por ello, la Guardia Civil suele trasladar varios consejos a la ciudadanía con el objetivo de evitar robos en el campo. En primer lugar, evitar dejar la aceituna recolectada, la maquinaria o los utensilios en la explotación, en los caminos o en el exterior. Lo recomendable es «trasladar lo antes posible el producto recolectado al puesto de compra o almacén. También es aconsejable proporcionar los máximos datos sobre la maquinaria en caso de robo. Asimismo, la Benemérita aconseja facilitar y agilizar al máximo la comunicación con el cuerpo, así como aprovechar las nuevas tecnologías para ello. Desde el cuerpo recuerdan que disponen de Alertcops, una aplicación móvil para alertar sobre una situación delictiva. Ante esos comportamientos sospechosos, también puede llamarse al 062, el número 24 horas de la Guardia Civil, y trasladar toda la información posible sobre los hechos. "Lo que no se denuncia, no existe", recalcan.

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