presentado el primer aforo para la campaña 2023-24

La Junta prevé una cosecha de aceite de 143.000 toneladas

Se situará en los niveles de la pasada producción, que fue la más reducida de lo que va de siglo

Las organizaciones agrarias lamentan que «hará mella» en la economía de miles de familias

Tareas de recogida de la aceituna en un olivar cordobés.

Tareas de recogida de la aceituna en un olivar cordobés. / MIGUEL PÁRRAGA

Cristina Ramírez / Europa Press

La producción de aceite de oliva en Córdoba se estima que será de 143.000 toneladas en la campaña 2023-24, una de las más bajas de este siglo al estar en los niveles del pasado ejercicio. Así se desprende del primer aforo que este viernes presentó en Jaén la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural Carmen Crespo, que prevé para Andalucía una cosecha de 550.600 toneladas, lo que supone un aumento del 7,4 por ciento con respecto a la producción final de la pasada. Sin embargo, en la región también fue esta una de las peores cosechas de lo que va de siglo, con un descenso de en torno al 45% por ciento con respecto a la media de los últimos diez años, y se encadenan dos consecutivas en esta línea. Crespo aludió a la «sequía pertinaz» y a un déficit hídrico del 33 por ciento, así como a temperaturas por encima de la media, especialmente en mayo durante la floración. Esta situación se ha visto «aliviada» en parte por las precipitaciones de septiembre, que han ayudado a la lipogénesis inicial, fundamentalmente en la zona oriental de la comunidad, aunque en lo que va de octubre está ocurriendo «todo lo contrario».

De ahí que la consejera hablara del escenario «heterogéneo» que recoge el aforo. Explicó que es fruto del análisis de los técnicos con visitas a 7.500 hectáreas de olivar en Andalucía, que se suman a encuestas y otros datos, e hizo hincapié en que es una «estimación» que puede verse modificada --tiene una fluctuación media del diez por ciento entre previsión y producción real--, lo que también dependerá de la evolución meteorológica en las próximas semanas y si hay o no lluvias. La baja cosecha va a provocar también que se dispongan de las menores existencias de aceite de oliva en las dos últimas décadas, lo que anticipa que se mantendrán las tensiones en torno al precio del aceite. «No vemos una bajada de precios a corto plazo, es una cuestión de oferta y demanda», indicó la consejera.

Otras provincias

En cuanto a las provincias, la consejera resaltó el aumento de la producción de aceite de oliva que se espera en Jaén (+19,5%) hasta las 215.000 toneladas para 2023-2024, mientras que «la campaña anterior acabó con cerca de 180.000 toneladas». Asimismo, Crespo remarcó la subida prevista en Almería, donde el volumen de aceite de oliva se podría elevar en un 19,9% en comparación con el año anterior y alcanzaría las 13.000 toneladas. Carmen Crespo destacó el olivar como «motor de empleo» de Andalucía en general y recordó que «el 97% de los 800 pueblos de esta región cuentan con alguna superficie destinada al olivar». Carmen Crespo apuntó que «la economía y el empleo de más de 300 pueblos están ligados directamente a la producción de aceite de oliva» y que esta actividad que «tiene asociado un tejido agroindustrial fundamental con 1.700 empresas».

Respecto al empleo, el aforo del olivar para la campaña 2023-2024 prevé que las labores ligadas a la producción de aceite de oliva generen 15,7 millones de jornales, de los que el 36% (5,7 millones) se corresponderían con la recolección de aceituna. En el caso de la aceituna de mesa, se espera que pueda generar alrededor de 1,8 millones de jornales en labores de campo en esta campaña, incluyendo la recolección.

Las organizaciones agrarias

Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA valoran negativamente estos números, resultado de la sequía prolongada y las altas temperaturas y aseguran que los mismos «harán mella» en la economía de miles de familias cordobesas que viven del campo. Asimismo, las asociaciones han destacado la subida de los costes de producción que, aseguran, «no se compensan con la subida del precio del aceite».

Para la secretaria provincial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) Carmen Quintero, las estimaciones «no son nada buenas, ya que el sector se enfrenta a dos malas cosechas de aceite y hay familias que no recogerán nada por segundo año consecutivo con unos costes de producción que han subido más del 110%». Se basa precisamente en los datos que puso de manifiesto ayer el aforo oficial de la Junta, que estimó que en Córdoba se recogerán unas 751.000 toneladas de aceituna. «Estos datos suponen solo un 0,1% más que la producción final de la pasada campaña y un 43,8% menos que la media de las últimas cinco campañas», apunta Quintero, quien destaca que «los olivos han pasado mucha sed y están al límite», además, «las temperaturas siguen a 40 grados por lo que va haber merma», lamenta la responsable de COAG.

La esperada lluvia

Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), el presidente de esta organización en Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, algo más optimista, prevé una producción de unas 160.000 toneladas de aceite en Córdoba, algo que valora, igualmente, deficiente, pues cifra una campaña normal en una fabricación de unos 300.000 toneladas de aceite. No obstante, recalca que «todo depende de la situación meteorológica» y de las precipitaciones que se registren en octubre.

El secretario general de UPA-Córdoba, Miguel Cobos, también es más optimista incluso que la Junta y cifra la producción estimada de aceite en 150.000 toneladas y justifica la ligera subida con respecto al año pasado, que se obtuvieron 142.000 toneladas, en el olivar de regadío (minoritario en la provincia), a pesar de «la poca dotación de agua que ha tenido por las restricciones, ya que, dice, «el de secano está en muy malas condiciones». En este sentido, Cobos asevera que «tenemos un déficit de 150 litros por metro cuadrado y las lluvias que cayeron en el mes de septiembre son insuficientes».

Sobre el precio del aceite, desde Asaja explican que «es un problema de la oferta y la demanda. No hay aceite para sacar fuera y eso provoca tensiones que dan lugar a subidas» que no están llegando a los olivareros, pues «en su día vendieron la cosecha a un precio bastante más bajo», aclara Fernández de Mesa. Miguel Cobos, por su parte, añade que «los costes de producción han subido» en hasta un 130%, por ejemplo, en fitosanitarios pero también en abono, gasóleo, etcétera, por lo que «la cosecha es un poco ruinosa», lamenta el responsable de UPA. H