Un año amargo para la miel

La apicultura sigue atravesando por momentos complicados en Córdoba. Si ya el año 2022 fue muy difícil para el sector, este 2023 la climatología no se lo ha puesto fácil y con la subida de temperaturas que se produjo a principios de mayo la floración se secó. Así lo señala Juan Antonio Ruiz, responsable de Apicultura de COAG_Córdoba, que destaca que, aunque a finales de mayo hubo lluvia y cesó el calor intenso, «ya para entonces toda la floración se había quemado y coincidió con que muchas colmenas en la sierra de Córdoba estaban ya polinizando». La miel mil flores fue una de las más afectadas y como promedio la producción en Córdoba ha sido de media un 80% inferior a la de un año normal.

La provincia de Córdoba cuenta con un censo aproximado de 56.000 colmenas y 337 explotaciones.

En la miel de azahar, a la abeja no le dio tiempo a aprovechar el polen de las flores y la producción bajó en el mismo porcentaje y llegó hasta el 95% inferior al de un año bueno. Y si nos referimos a la miel de romero, fue inexistente, una situación que se repite en los últimos cuatro años. En eucalipto, el descenso ha sido algo menor y llega al 50%.

El representante de COAG explica que con esa escasa producción y la falta de rentabilidad «hay apicultores que han dejado la actividad, unos momentáneamente y otros de forma definitiva, y se han ido a trabajar a la construcción o al sector servicios».

Y es que como señala el responsable de la sectorial de Apicultura de COAG,_«este año no ha habido rentabilidad en la producción de miel y tampoco en la extracción de polen en Córdoba». Los costes de producción en este sector se han visto acrecentados por la sequía, ya que ha habido que llevar agua a bebederos para las colmenas, con el gasto también en gasolina por el transporte.

COAG Andalucía reclama a la Junta que publique las ayudas por la sequía para los apicultores

Juan Antonio Ruiz apunta a que se están encontrando que cuando se quiere cerrar una explotación no hay gente joven que quiera incorporarse, además de que esta producción requiere de una técnica y un conocimiento que no lo hace fácil. Como consecuencia de ello, «la media de edad de los productores en la provincia va aumentando y se ve con inquietud la falta de relevo».

En circunstancias desfavorables de aprovechamiento de la floración como la que se ha producido este año, una opción sería la trashumancia, con el traslado de las colmenas a zonas en mejor situación, «pero esa posibilidad se realiza cada vez menos y en Córdoba, en general, no se suele salir de la provincia, aparte de por el bienestar animal».

Consumo de miel

Los clientes valoran y demandan la alta calidad de las mieles producidas en Córdoba. Y, pese a la subida de costes que experimentan los productores en el vidrio o el cartonaje, intentan no subir los precios. Los valores de venta al por mayor sí han bajado ligeramente, pero por la entrada de miel de China y otros lugares, que ha dejado en los almacenes a parte de la española.

Y para completar el panorama, el responsable de COAG_Córdoba se refiere a la varroa, que ataca a las abejas y merma la población de las colmenas y ahora también de la ‘vespa orientalis’, una especie invasora que ya está en Huelva, Cádiz, Almería y Jaén «y que fulmina las colmenas de miel», dando lugar «a la tormenta perfecta».

Los costes de producción en este sector se han visto acrecentados por la sequía.

Según datos de la Junta, la provincia de Córdoba cuenta con un censo aproximado de 56.000 colmenas y 337 explotaciones. A nivel local, destaca Hornachuelos en cuanto a número de colmenas con el 60% del total, seguido de Córdoba capital, Montoro, Palma del Río y Priego de Córdoba, aunque hay presencia en más lugares de la provincia. La Junta habilitó ayudas para el sector con distintas líneas, según señalaba el delegado de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Acosta.

Ya hay fecha para la nueva edición de Expomiel

Por otra parte, la Diputación de Córdoba ya prepara una nueva edición, la vigésimo séptima, de Expomiel, que se celebrará los días 17, 18 y 19 de noviembre como respaldo a un sector clave en lo medioambiental y económico, y se incluirán unas jornadas técnicas que abordarán la comercialización, los problemas de los pequeños envasadores o el cambio climático.