REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE DESEMBALSE

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir reduce un 36% más la dotación de agua para riego

La entidad acuerda adelantar la campaña de regadío para más de 345.000 hectáreas

Reunión de la comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Reunión de la comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. / Raul Caro (EFE)

Diario CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

El pleno de la Comisión de Desembalse de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha acordado este lunes iniciar ya la campaña de regadío con un desembalse aprobado de 385 hectómetros cúbicos para el riego de los cultivos del Sistema de Regulación General, integrado por más de 345.000 hectáreas, lo que supone un descenso del 36% respecto al volumen desembalsado en la anterior campaña, que ya era un 35% inferior a la media de años anteriores.

La comisión ha autorizado igualmente una dotación 700 metros cúbicos de agua por hectárea para los cultivos de mayor consumo de agua, lo que representa una reducción de casi el 90% respecto a su dotación concesional. En la misma reunión también se ha acordado que la campaña de regadío termine oficialmente el 30 de septiembre si no cambian las circunstancias, aunque durante este mes el Comité Permanente de la Comisión de Desembalse podrá adoptar desembalses auxiliares para octubre, fundamentalmente para garantizar el mantenimiento de la arboleda.

Riego extraordinario para el olivar

El pleno de la Comisión ha aprobado asimismo un riego extraordinario de 400 metros cúbicos por hectárea para el olivar y el resto de arboleda, que no será posible para herbáceas y arroz. 

Según ha informado la Confederación, la dotación de 1.283 metros cúbicos por hectárea para el arroz aprobada no hará compatible su cultivo por el momento, aunque se ha establecido el compromiso de cambiar la dotación si antes del 15 mayo, fecha de comienzo de la siembra, cambia la situación pluviométrica.

Cabe señalar también que ante las peticiones de las organizaciones agrarias y de productores del adelanto de la campaña de regadío para los cultivos de invierno, la CHG ha recordado que ya ha procedido a desembalses puntuales, como los realizados el pasado 6 de abril al Genil-Cabra desde el embalse de Iznájaro el de este pasado viernes en el Guadalquivir, en la provincia de Jaén.

Al término de la reunión, y en declaraciones a los medios de comunicación, el presidente de la Confederación, Joaquín Páez, ha agradecido el comportamiento de todos los usuarios que han asistido a la comisión, pues ante «unos datos malos o muy malos han demostrado como siempre su compromiso con la Confederación y con la cuenca»

Páez ha recordado que los embalses de la cuenca del Guadalquivir están actualmente al 25,5% de su capacidad total, lo que supone un 36,5% menos que la media de los últimos 25 años. Asimismo, las precipitaciones están un 35% por debajo de la media y que son ya cinco los años en los que se desembalsa más agua de la que entra en los embalses.

El presidente del órgano gestor de la cuenca comparó la situación actual de los recursos, con la de la sequía del año 1995. 

Los regantes piden medidas compensatorias

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) ha pedido este lunes en la Comisión de Desembalse un plan de medidas de apoyo que contribuya a reducir el fuerte impacto de la sequía en los regantes y agricultores andaluces y de la situación hidrológica en la comunidad, que es de especial gravedad en la cuenca del Guadalquivir.

En este sentido, pidieron que se incluya en el Decreto de Sequía de esta cuenca medidas paliativas y compensatorias de tipo económico y fiscal, como la condición de cánones y tarifas de riego para 2023, las exenciones de IBI y otras medidas de orden fiscal, algunas ya previstas por la CHG, pero también otras de tipo laboral que faciliten los posibles ERTE por parte de las comunidades de regantes ante la falta de actividad en esta campaña de riego. De hecho, recuerdan desde Feragua que hay zonas regables como Bembézar-Retortillo y Sierra Boyera, que van a tener dotación superficial cero, y la mayoría tendrá dotaciones muy reducidas, por lo que se necesita que la falta de agua pueda considerarse como causa justificada para las regulaciones de empleo y sea así admitida por la autoridad laboral.

Junto a estas medidas paliativas que se pueden adoptar para aliviar el daño que sufrirá el regadío y el sector agrícola en Andalucía, Feragua pidió otras medidas que consideran «imprescindibles» para poder aliviar los efectos de la sequía, como la disponibilidad de pozos de emergencia para poder salvar los cultivos de arboleda, o la agilización de otras herramientas de cesión de derechos del agua, para facilitar el mejor uso posible de los escasos recursos disponibles. Entre ellas, emprender algunas obras a corto plazo que permitan disponer de nuevos recursos, como conexiones de estaciones depuradoras y desaladoras a punto de consumo, y algunos proyectos de emergencia que afectan al regadío, como, por ejemplo, el proyecto de mejora del canal de entrada y acondicionamiento del bombeo de la presa de Arenoso, en Córdoba, entre otros en distintos puntos de Andalucía. 

Además, Feragua demanda el desarrollo y puesta en marcha de un plan de balsas de riego que permita a los regantes y agricultores aprovechar las aguas procedentes de escorrentías y disponer de nuevos recursos para regar los cultivos en sus zonas regables; una iniciativa que daría tiempo a ejecutarse en un año y podría ser clave para la próxima campaña de riego.