LA ACTIVIDAD RECUPERA LA NORMALIDAD TRAS LA PANDEMIA

La temporada de caza se salda con buenos resultados pese a la sequía

Los cazadores destacan la gran cantidad de reses, pero con trofeos de menor envergadura | Sigue existiendo emergencia cinegética para el jabalí y, en 21 municipios de la provincia, para el conejo

En la provincia hay declarada emergencia cinegética para el conejo en 21 municipios.

En la provincia hay declarada emergencia cinegética para el conejo en 21 municipios. / F. GAITÁN

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

La temporada de caza de este año ha concluido con unos resultados satisfactorios, pese a las malas previsiones existentes al principio debido a la prolongada sequía que sufre el campo. Tanto la organización agraria Asaja como la Federación de Caza se muestran satisfechos con los resultados y con la recuperación de toda la actividad, que también se vio afectada por la pandemia.

Así, según ha explicado a este periódico el técnico responsable de la actividad cinegética en la organización agraria, Tomás Jurado, «a pesar de la sequía, en la caza mayor se han cubierto las expectativas». Del mismo modo, apunta que la caza menor también se ha desarrollado, con las particularidades que presenta, dentro de lo que era previsible.

El delegado en Córdoba de la Federación Andaluza de Caza, Francisco Cano, también apuntaba que aunque la sequía se ha dejado notar en cuanto a la envergadura de los trofeos, la densidad de la cabaña sí ha sido buena. Además, se congratula de que se haya podido recuperar la normalidad de actos y la actividad social que se lleva a cabo en torno a las monterías, señalando que tampoco han subido los precios de los puestos, pese a la crisis.

Caza mayor

Entrando en detalle, el técnico de Asaja indica que en lo que se refiere a la caza mayor, en especies como el ciervo, el gamo y el muflón el resultado es satisfactorio porque ha habido caza abundante y se ha cumplido todo el calendario previsto, lo que ha permitido a las empresas organizadoras recuperar su actividad y cumplir con los compromisos contraídos con los clientes, muchos de ellos procedentes de otras provincias e incluso del extranjero que comprometen viajes y alojamientos, entre otras cuestiones. Sí reconoce Jurado que la falta de agua en el campo ha hecho que se resienta la calidad de los trofeos que, de no estar sufriéndose dicha falta de agua, habrían sido mejores. Explica que todos los años a principios de temporada, en octubre, el campo suele estar seco y el terreno bastante duro, pero que a medida que avanza el otoño, con las lluvias, todo se normaliza, algo que este año no ha ocurrido.

La situación del jabalí ha sido muy distinta, pues en estos momentos hay declarada emergencia cinegética por superpoblación

La situación del jabalí ha sido muy distinta, pues en estos momentos hay declarada emergencia cinegética por superpoblación, de modo que hay autorización para su caza. El motivo es intentar evitar que los animales lleguen a lugares que no les son propios como las proximidades de los pueblos, o se introduzcan en explotaciones ganaderas, a las que pueden llegar a contagiar enfermedades como la tuberculosis.

Caza menor

También se han comportado de acuerdo con las previsiones las especies de caza menor. Migratorias como el zorzal, escaso en los dos años anteriores, sí han entrado en mayor cantidad y han vuelto a situarse en niveles prepandemia, mientras que la codorniz ha sido escasa y solo en lugares muy concretos se ha comportado en consonancia a temporadas anteriores.

El ave que no falla nunca es la paloma, en sus tres especies (torcaz, zurita y bravía) que, al ser un animal al que le afectan poco las enfermedades, no sufre mermas en su población. Al contrario de lo que le ocurre a la perdiz roja, cuyo periodo todavía está abierto, que no acaba de recuperar la presencia que sería deseable.

En cuanto al conejo y la liebre, siguen existiendo los mismos problemas que en temporadas anteriores, pues mientras que hay zonas de la provincia donde hay superpoblación de conejos (hay declarada emergencia cinegética en 21 municipios), en otros puntos, sobre todo en el norte de Córdoba, la población se ha visto muy diezmada debido a la neumonía hemorrágica vírica.

La liebre, por su parte, también sigue pagando este año las consecuencias de la epidemia de mixomatosis que redujo considerablemente la población en toda la provincia y al ser una especie con una reproducción muy reducida (una o dos crías como mucho al año) está costando bastante que recupere la normalidad. La falta de liebres está perjudicando a los galgueros, que ven cómo sus perros no pueden desarrollar la actividad que les es propia.

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