LA DOTACIÓN DE RIEGO INFLUIRÁ EN UNA MAYOR O MENOR SIEMBRA

La Asociación Española del Girasol espera recuperar las ayudas directas de la PAC

En la presente campaña la superficie sembrada será un 9% inferior a la del año pasado

Una explotación agraria sembrada de girasol.

Una explotación agraria sembrada de girasol. / AJGonzalez

La Asociación Española del Girasol (AEG) ha mostrado su deseo de que se "recupere la ayuda directa al girasol" en la campaña que está a punto de comenzar y en la que el agricultor se enfrenta a la decisión de "sembrar" con "bastantes incógnitas en cuanto al clima, la situación de precios a la cosecha, distintas ayudas, cálculos de rentabilidad o precios de semilla".

En un comunicado, la asociación ha expuesto que la "desaparición de la ayuda directa" ha sido un "importante factor en contra de la rentabilidad" y, aunque el girasol haya entrado como "cultivo mejorante en la rotación", las ayudas a las leguminosas pueden hacer que estas "sigan siendo más interesantes para el agricultor".

AEG, que espera que se "recupere la ayuda", ha explicado que la campaña de girasol 2023 en España comienza con una moderación en los precios por tonelada que han caído unos 100 euros, quedando el linoleico a 565 euros y el alto oleico a algo más de 620 euros.

"Pese a que el aceite alto oleico ha caído más y el diferencial con el linoleico ha bajado, la elección de una variedad alto oleico sigue siendo interesante y con toda seguridad seguirá habiendo prima para el oleico en la época de cosecha debido a la continua demanda de este aceite de mayor calidad por parte de la industria", según ha subrayado el presidente de la AEG, Juan Fernández.

En cuanto a la superficie, se espera que sea en torno a un 9 por ciento inferior a la de 2022, pero superior a la de 2021 en un 25 por ciento, por lo que se pueden rondar las 780 u 800.000 hectáreas, mientras que los barbechos seguirán estando autorizados para la siembra.

Sin embargo, la mayor parte ya se sembraron de girasol el año pasado y en el 2023 tocaría cereal, salvo en tierras de "escasa fertilidad donde no se cubren los costes", por lo que "no tendrán gran influencia en la superficie total, como sí la tuvieron en el año pasado", señala Fernández.

Por zonas, la AEG indica que en Andalucía continúa sembrándose aún trigo duro y tras este ciclo de lluvias hay una buena coyuntura para una siembra temprana de girasol, ya que hay jugo y no se esperan más precipitaciones en los próximos 15 días, lo que podría favorecer la elección de variedades tolerantes a herbicidas por parte del agricultor para un mejor manejo de la mala hierba tan importante en las siembras tempranas.

La disponibilidad o no de agua de riego podría condicionar que parte de los regadíos de Andalucía y Extremadura pasen a girasol al ser un cultivo con mucha menor demanda de agua e insumos que el maíz, el tomate o el algodón, aunque "si finalmente los embalses se recuperan en la zona sur, el agricultor probablemente optará por estos últimos cultivos", asegura el responsable de la asociación.