VENTANA A LA NATURALEZA

Anfibios, un grupo de vertebrados olvidado

Hace unos 350 millones de años un grupo de peces parecidos a los actuales celacantos dieron los primeros pasos sobre la tierra firme y reinaron sobre ella durante 100 millones de años como los únicos vertebrados en el medio terrestre | Fueron muy abundantes en el periodo Carbonífero, conocido como la Edad de los Anfibios

Sistema de charcas construidas especialmente para la reproducción de anfibios. En la imagen puede apreciarse la cerca que impide el pisoteo de ungulados.

Sistema de charcas construidas especialmente para la reproducción de anfibios. En la imagen puede apreciarse la cerca que impide el pisoteo de ungulados. / Rafael Arenas

Hace unos 350 millones de años un grupo de peces parecidos a los actuales celacantos dieron los primeros pasos sobre la tierra firme y reinaron sobre ella durante 100 millones de años como los únicos vertebrados en el medio terrestre. En la actualidad los anfibios están distribuidos por el planeta excepto en la Antártida y Groenlandia y han pasado a ser un grupo muy depredado.

Son ectotermos, su temperatura corporal dependen de la del exterior porque no son capaces de generar su calor interno. El ciclo de vida es complejo, con una fase larvaria que se desarrolla en el agua y la juvenil y adulta en tierra. Pasan de la primera a las siguientes mediante la metamorfosis, proceso de gran complejidad fisiológica y morfológica. Estos cambios son tan grandes que llegan a afectar hasta la dieta, los renacuajos son omnívoros y los adultos son carnívoros.

Su piel es desnuda y húmeda, muy fina y permeable que permite efectuar intercambio gaseoso a su través. También respiran mediante branquias o pulmones dependiendo de la fase a que se refiera. Estas características no les permite desarrollarse en lugares especialmente secos. Su biología reproductiva es muy interesante y diversa, cuya descripción excede de este artículo. En nuestras latitudes pueden encontrarse anfibios con cola como las salamandras y tritones, y anfibios sin ella como las ranas y sapos. Como puede desprenderse, estos seres vivos son claves para el avance científico en procesos embrionarios, fisiológicos y bioquímicos; para conocer procesos de degradación provocados por metales pesados o pesticidas; y procesos a escala global como el cambio climático y el deterioro de la capa de ozono.

Extinción

En los años setenta, desde distintos lugares del planeta, los científicos comenzaron a llamar la atención sobre la disminución de los anfibios. Con el avance de los años se conocían cada vez más especies que desaparecían sin estar claras las causas. Se ha citado que hasta 200 especies podrían haberse extinguido en las últimas décadas, y varios centenares más, quizás miles, están amenazadas en todo el mundo. No están seguros ni en las zonas más protegidas. En el Parque Nacional de Doñana, la extracción de aguas subterráneas ha descendido su nivel y lagunas y charcas que dependían del nivel freático han desaparecido o acortado su hidroperiodo, desapareciendo todo lo que dependía de la inundación.  

Publicaciones sobre diversas especies señalan directamente a causas certeras como la acidificación de las aguas, y la sobreexposición a la radiación ultravioleta como consecuencia de la reducción de la capa de ozono. En otros casos se señala como otra causa al cambio climático. En ambiente mediterráneo las poblaciones de anfibios han sabido adaptarse a situaciones muy cambiantes a lo largo de los años con períodos de sequías más o menos prolongadas y otros de abundancia de aguas. El experto cordobés en anfibios Ricardo Requés ha señalado que se producen oscilaciones más o menos cíclicas y quizás no pueda hablarse de declives poblacionales, aunque aún faltan estudios.

La ranita meridional se mimetiza con el entorno.

La ranita meridional se mimetiza con el entorno. / Rafael Arenas

Cualquier proyecto de conservación de este grupo debe prestar una especial atención a las charcas, arroyos y lagunas dado que son indispensables para la realización de la puesta y el desarrollo larvario. Las intervenciones antrópicas que impliquen la desaparición, destrucción, fragmentación y degradación de estos sistemas provocan disminuciones en sus poblaciones. No hay que olvidar la contaminación por vertidos de residuos, basuras varias y la confluencia de abonos y pesticidas que provocan cambios en las características ecológicas de las aguas.

El atropello de adultos en carreteras en áreas de interés también les afecta. En la carretera de Los Arenales hace algunos años se realizo una actuación como medida compensatoria del embalse de la Breña II para dirigir el paso a lugares seguros, hoy día prácticamente abandonada. No podían faltar especies exóticas que se alimentan de sus puestas y larvas como algunas especies de peces, anfibios o cangrejos.

Un hongo asiático

En la Sierra de Guadarrama a finales del siglo pasado se descubrió que un hongo originario del sureste asiático era el causante de la disminución de los anfibios. En años posteriores nuevos virus introducidos están también afectando a poblaciones peninsulares e incluso virus locales parecen haber aumentado su afección por cambios en las temperatura del agua y la escasez de lluvias en el Parque Nacional de Ordesa.

La conservación de este grupo de vertebrados debe pasar por la mejora del conocimiento científico sobre su biología y ecología, pero mientras tanto, existen medidas de gestión ya probadas que dan resultado como el cercado de algunas charcas para evitar el pisoteo del ganado, facilitar rampas de salida de fuentes y abrevaderos, eliminación de especies foráneas y la recuperación y construcción de charcas. Estas actuaciones no son costosas y requieren de la colaboración de la propiedad privada lo que implica además una extensión de la concienciación sobre los anfibios.

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