Se suele decir que del cerdo se aprovechan hasta los andares. Y aunque el jabalí es la especie más agreste de los porcinos, no le va a la zaga. De jabalí hay desde chorizo hasta hamburguesas, como se puede comprobar visitando el estand de Embutidos Canito, de Villaviciosa, que lo mismo que hace con el jabalí lo fabrica con el ciervo y el gamo, elaborados y carnes con las que llegan a toda España y parte de Europa. Este es un ejemplo de las actividades resultantes de la caza, unas vinculadas al ocio y otras que tienen este ámbito como negocio, como el vestuario o las armas.
El Palacio de la Merced muestra estos días, con motivo de la Feria Intercaza, el abanico económico que se mueve en torno a la caza y la pesca, tanto en la provincia como fuera de ella, desde la perdiz con reclamo al safari; o desde la paloma al venado. Todo en un recinto que se recorre entre olores a queso y embutidos y con la presencia de aves rapaces y rehalas de perros que en breve saldrán al campo a satisfacer su instinto y la afición de sus dueños. En la provincia hay unas 250, según explicó ayer a CÓRDOBA Juan de Dios Pliego, presidente de la asociación provincial de la actividad. Tanto él como Ignacio Fernández de Mesa, presidente de Asaja, mostraron su satisfacción no solo por el regreso del certamen a su formato original, sino por el apoyo mostrado por las administraciones a la caza.
