La Comisión Europea (CE) aprobó este miércoles de manera definitiva el plan nacional en el que España detalla cómo va a aplicar la nueva Política Agrícola Común (PAC), que entrará en vigor en enero del 2023. En la reunión de ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) del pasado julio, el Ejecutivo comunitario ya confirmó su visto bueno político al plan de España, pero Bruselas necesitaba completar una serie de trámites administrativos antes de la aprobación definitiva que tuvo lugar ayer.

El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aseguró que se trata de una «excelente noticia» porque la aprobación del plan «da certidumbre y seguridad al sector agrario, ya que la PAC supone entre un 20 y un 30% de las rentas que perciben agricultores y ganaderos».

El Gobierno español está trabajando en los cambios legales que acompañan al plan estratégico, en concreto 18 reales decretos y una ley que ya se encuentra en tramitación parlamentaria, antes de la entrada en vigor de la nueva política agraria.

Además del plan español, la CE dio luz verde definitiva este miércoles a los documentos de Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Polonia y Portugal. Esos siete países son los primeros de toda la Unión Europea en recibir el visto bueno de la Comisión.

Bruselas precisó en un comunicado que el de ayer era «un paso importante para la implementación de la nueva PAC el 1 de enero del 2023» y que la reforma de la Política Agrícola Común está diseñada «para dar forma a la transición hacia un sector agrícola europeo sostenible, resistente y moderno».

Con la nueva PAC, que estará en vigor entre 2023 y 2027, la financiación se distribuirá «de forma más justa» entre las pequeñas y medianas explotaciones agrarias familiares, así como entre los jóvenes agricultores, indicó la CE.

Igualmente, se apoyará a los agricultores para que adopten innovaciones, desde la agricultura de precisión hasta los métodos de producción agroecológica.