Las grullas han vuelto a la Península Ibérica y entre los lugares donde se establecen temporalmente se encuentra el norte de la provincia de Córdoba para pasar el invierno, que en estas latitudes es más benigno en lo climatológico que en el norte de Europa, desde donde suelen emigrar, y que les proporciona además alimento con las bellotas de las encinas y con algunos espacios sembrados. 

Para conocer más sobre estas apasionantes aves que dejan atrás sus países de origen, como Finlandia, Noruega o Suecia, y que recorren unos 4.500 kilómetros para visitarnos, el Ayuntamiento de El Viso celebra el sexto Festival de la Grulla, en el que la actividad estrella son los avistamientos que se organizan, de la mano de Pedroches Wildlife y Bluebird Comunicación, y que desarrollan en el entorno del embalse de La Colada y su zona recreativa. El festival comenzó el viernes con una intervención del biólogo Pedro López, que explicó los métodos del censo de las grullas que llegan a Córdoba y que en los últimos años ha sido de entre 6.000 y 8.000 ejemplares. Precisamente, explicó que a partir de mañana lunes un grupo de voluntarios van a realizar el censo de este año, tanto en Los Pedroches como en el Guadiato.

Los asistentes en el lugar de observación. JUAN LUIS DORADO

López señala que las grullas se establecen en la zona desde noviembre y hasta marzo y ahora es el momento idóneo para hacer el censo, que se puede llevar a cabo mediante distintos procedimientos como aprovechar cuando están agrupadas en los dormideros. Además, se emplean muestreos para esta labor. Este biólogo, de Pedroches Wildlife, subraya la importancia del censo para saber dónde están y conocer más sobre su comportamiento.

El festival

El Festival de la Grulla continúa hasta hoy domingo y para el próximo fin de semana se ha preparado un avistamiento dirigido a profesionales del Área Sanitaria Norte, «como homenaje a su labor de siempre y especialmente durante la pandemia», según explicó el alcalde de El Viso, Juan Díaz, a la vez que tendrá lugar una marcha cicloturista por la zona, en la que también se podrán contemplar estas aves.

El alcalde destaca que el objetivo es poner en valor la presencia de la grulla en Los Pedroches, mediante avistamientos desde distintos puntos, respetando siempre el descanso y el bienestar de las aves.

Junto a la forma de vuelo sorprende su trompeteo. JUAN LUIS DORADO

De la mano de Pedro López, los grupos de participantes se dirigen en vehículo hasta la presa de La Colada y, tras varios kilómetros por caminos, se llega a uno de los lugares idóneos para el avistamiento en una zona alta, a pocos metros del embalse. Cae la tarde y se aproxima el momento de ver este espectáculo de la naturaleza. Hay que colocarse bajo alguna encina o tras una pared de piedras, guardar silencio y ser pacientes. Alrededor de las siete de la tarde, o un poco antes según el día, cesan su tarea diaria en la dehesa y agrupadas en simétricas formaciones, en forma de «v», empiezan a volar hacia sus dormideros con el cuello y las patas estirados, mientras suena con intensidad su trompeteo característico, que llega a escucharse a bastante distancia. Las bandadas de estas enormes aves que, según SEO Birdlife, miden entre 96 y 119 centímetros de longitud y tienen una envergadura de entre 180 y 222, cruzan el agua de La Colada y sobrevuelan al grupo de personas que había salido a contemplarlas y que no ocultan su admiración y asombro ante una contemplación que se prolonga durante varios minutos, acompañada de los potentes trompeteos.