El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha afirmado este jueves en Córdoba la posibilidad de que, a partir de finales del inminente verano o principios del próximo otoño, en torno al mes de septiembre, se pueda dar una situación de «emergencia» en la cuenca, que afectaría al regadío, pero no al abastecimiento para consumo humano. «La previsión de emergencia para la cuenca, y espero que nos equivoquemos, es que para finales de agosto o principios de septiembre nos encontremos en situación de emergencia en la cuenca del Guadalquivir pero solo de cara al regadío, ya que el consumo humano está garantizado para al menos tres años», sostuvo Joaquín Páez, quien ha aclarado que que «para declarar la sequía tiene que darse la condición de que aparezcan dos meses seguidos de emergencia».

El responsable de la Confederación ha aclarado que espera «sea una equivocación», pero ha insistido en que «el principio del otoño y el final del verano van a ser críticos si no hay aportaciones, si no hay precipitaciones». También reconoció que su «esperanza está en que llueva, porque aunque las ayudas estatales por sequía están bien, siempre es preferible que llueva. Es peor siempre para los agricultores la declaración de sequía que la lluvia», ha asegurado.

Paéz ha insistido en que «este año ha sido muy malo en cuanto a precipitaciones», lo que demuestra -según sus palabras- que «Andalucía está sufriendo mucho más los efectos del cambio climático».

Pese a esta situación, la CHG ha aumentado un «poquito» más la cuota de agua para los regantes de los 2.800 metros cúbicos de agua por hectárea a los 3.000. «Es realmente una situación muy complicada, pero los regantes son muy responsables», sostuvo el presidente de la CHG.

Al hilo de este tema, comentó que precisamente «las obras nuevas que se van a realizar sirvan para evitar en años venideros situaciones de emergencia, ya que hay que maximizar cada gota de agua» e insistió en que «vamos a esperar a que llueva». 

Respecto a si puede hacerse un trasvase desde la cuenca del Guadalquivir a la comarca de Antequera (Málaga), en concreto desde el embalse de Iznájar (Córdoba), Páez ha dicho que por parte de la CHG y del Gobierno central se han «tenido conversaciones con la Junta Andalucía fluidas», en todos los ámbitos, y la postura de la CHG es que «ese agua tiene que ser exclusivamente para abastecimiento humano», asegurando que «no se va a dar ni una gota de agua del Guadalquivir, cuando estamos aquí arañando cada gota, para cederla a otra cuenca para el regadío. Somos una cuenca deficitaria». 

«Eso no puede ser y no va a ser», sostuvo, añadiendo que «los trasvases no se deciden en una mesa», sino que «se deciden en el campo, en el terreno, viendo los consumos, viendo si hay pérdidas en el transporte de un 40 o un 50% en alguno de los municipios, y viendo muchas otras cosas».

Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no se niegan al trasvase hacia la comarca de Antequera, según su presidente, pero sí quieren un estudio técnico para ceder, si fuera necesario, «4,99 hectómetros cúbicos, si lo fueran, y además van a ser exclusivamente para abastecimiento de la población», ya que no habrá «ni una sola gota de agua que vaya a salir del Guadalquivir para regar otra cuenca», aseguró Joaquín Páez.