Dos formas de correr

Una hora, 25 minutos y nueve segundos fue la diferencia entre El Mouazir Abdelkader y Martín Rubio Gómez. El primero, marroquí, se imponía por tercera vez consecutiva en la Media Maratón de Córdoba, que el 27 de noviembre de 1994 cumplía su décimo aniversario. Lo hacía con un hecho sin precedentes: por primera vez la carrera salía y llegaba al estadio El Arcángel, recién inaugurado, con sus criticadas pistas de atletismo, que hoy son historia. El segundo, probablemente sea un vecino cordobés del que nada se sabe. Solo que ese día decidió ponerse a prueba, que se envalentonó y que, con casi total seguridad, en ningún momento miró su reloj. Él quedó en el puesto 1.001. Todos los participantes aparecieron en las páginas de Diario CÓRDOBA, que entonces ya estaba volcado con la prueba. Detrás de Martín aparecen 44 nombres más, pero ya sin tiempo, seguramente abandonaron o la organización no pudo facilitar sus marcas.

Desde aquel día la prueba no ha parado de crecer, hasta llegar a los 8.000 inscritos de esta edición y convertirse en un referente para la ciudad. Con el tiempo, la organización ha ido mejorando. Por ejemplo, en 1994 Miguel Ríos se quejaba de que hasta el kilómetro 14 no hubo agua. «Y la mayoría de mis acompañantes necesitaban beber». Hoy el avituallamiento está asegurado cada cinco kilómetros.

Pero qué lleva a la gente a lanzarse a la calle a correr. «Para mí era un entrenamiento», reconocía el ganador de la prueba. Cierta relajación se aprecia en su rostro al entrar en meta. «Yo no tenía pensado hacer esta prueba, pero al final me ha podido más el corazón», aseguraba Ríos. «Yo quería hacer una hora y 16», comentaba Carmen Mingorance, ganadora en la categoría femenina. «Yo, una hora y ocho, pero tenía los gemelos cargados», desvelaba Francisco Ríos. «Yo he llegado muy mal», revelaba Juan Sarría, cuarto clasificado. Comentarios muy habituales en la salida de cualquier carrera. Se llama nervios. Da igual que vueles o vayas lento, raro es que alguien diga en la salida que está bien. Pasaba antes y pasa ahora.