Este año el invierno ha sido más frío porque las facturas eran más caras. Y la alimentación más limitada por los altos precios en el mercado. Y Laura no es la única porque un 9% de la población sufre carencia material severa. La tasa más alta desde 2014. Tres de cada 10 familias no se han podido permitir ir de vacaciones. Más del 37% no tiene capacidad de afrontar gastos imprevistos. Y el peor dato de todos: La población en riesgo de pobreza sube al 26,5%. Una tasa que despierta más solidaridad que nunca. Pero que preocupa y mucho a toda la sociedad.