Si a mediados del 2011 era el Cuerno de Africa --Kenia, Etiopía y Somalia-- el que se moría de hambre, ahora es el Sahel --Mali, Mauritania, Burkina Faso, Níger y Chad-- el que se encuentra inmerso en una crisis alimentaria que amenaza a casi 20 millones de personas. Africa --hace un año la parte oriental del continente, ahora el flanco occidental-- vuelve a convertirse en la máxima expresión del hambre extrema que, en pleno siglo XXI, sigue incrementándose y afecta ya a más de 1.000 millones de personas.

El Sahel revive ahora el mal sueño del Cuerno de Africa que, lejos de haberse recuperado, lidia con males que endémicos como la escasez y la malnutrición hasta que sean sorprendidos por otra nueva crisis que, este año, se ha desplazado.

En el Africa central y occidental, una profunda sequía ha provocado malas cosechas y la imposibilidad de sacar adelante la cría de ganado a pequeña escala. La menor producción, unida a la subida de precios de cereales y otras materias primas básicas, han puesto a millones de personas en grave riesgo alimentario. Las oenegés internacionales de más peso llevan meses alertando de la que se avecina para abordar lo que ellos llaman "gestión del riesgo" y de la necesidad de que, una vez atendida la emergencia, desarrollar políticas a largo plazo.

"Una vez cada dos días"

En Burkina Faso, uno de los máximos exponentes de la crisis del Sahel, grandes sectores de población "han pasado de comer una vez al día a una vez cada dos días", tal y como constata el personal de la oenegé Oxfam Internacional, que trabaja sobre el terreno. En el mejor de los casos, el To, potaje de agua y harina de cereal que se alarga con hojas de árboles y plantas silvestres, es el sustento. Sin cultivos y sin ganado, se incrementa la explotación de minas artesanales de oro en los ríos con las mínimas condiciones de seguridad y con el empleo de menores de edad.

Uno de los problemas más acuciantes es el de la malnutrición infantil, que afecta a más de un millón de niños en todo el Sahel. Conflictos políticos como los que ha vivido Mali empeoran la situación.