Gatos de la Noria de la Abolafia; los guardianes del Patrimonio y embajadores de la ciudad

Durante las VI Jornadas Felinas Andaluzas, la doctora en biología Teresa Marcos nos transportó a los albores de la historia, exponiendo la domesticación del gato y su milenaria relación con el ser humano. Hace 9.500 años, en Mesopotamia, el gato salvaje africano, Felis silvestris lybica, encontró en los graneros humanos una fuente constante de alimento: los roedores. Esta relación mutuamente beneficiosa marcó el inicio de un viaje que llevó al gato a conquistar todos los rincones del planeta junto al hombre.

Si bien algunos gatos domésticos habitan en cálidas casas, otros llevan milenios viviendo en las calles, formando colonias felinas en entornos urbanos y zonas rurales. Todos estos gatos son de la misma especie (Felis Catus), no salvajes, a diferencia de aquellos que pertenecen a otra especie.

Control poblacional: una metodología hecha ley

La gestión de las poblaciones felinas es un tema que no todos comprenden completamente. En lugar de respaldar el Método CER (Captura, Esterilización y Retorno), que es la única forma de gestión científica eficiente y actualmente es ley, algunos prefieren métodos tradicionales y poco efectivos. Durante las VI Jornadas Felinas Andaluzas, Agnès Dufau, premio internacional de Bienestar Felino y máster en Derecho Animal y Sociedad, destacó la necesidad de pasar de la ley a la acción en esta nueva era para lograr los resultados buscados durante décadas.

En Córdoba, tras tres años aplicando el Método CER y a día de hoy, se han esterilizado 4.194 gatos, evitando su reproducción, desparasitandose, vacunándose contra enfermedades felinas y la rabia, e identificándose y registrándose a nombre del Ayuntamiento. Este ejercicio de responsabilidad y eficacia se presentó durante el mismo evento, donde Sadeco, la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba y el Colegio de Veterinarios trabajan incansablemente, con resultados que respaldan el método.

Un caso de éxito: la colonia del Molino de la Abolafia

Recientemente, hemos leído un artículo en la prensa que cuestiona la gestión de la colonia que reside en el Molino de la Abolafia, lo que nos obliga a señalar que esta colonia ha existido durante años en el monumento, aunque su gestión no siempre ha sido adecuada.

Estos gatos son el centro de atención tanto para los locales como para los visitantes, quienes, en lugar de admirar el monumento, disfrutan tomando fotos de los gatos que descansan placenteramente en las aspas del molino. En sus inicios, esta colonia contaba con 18 individuos, pero tras aplicar el Método CER, ahora solo quedan 8; un ejemplo exitoso de gestión ética.

Estos gatos son alimentados con pienso alto en proteínas, como indica un estudio científico y disponible las 24 horas. Esta práctica ha contribuido notablemente a disminuir la depredación de la fauna local por parte de los gatos. Además, dado que los gatos están esterilizados, han experimentado una reducción en sus necesidades calóricas, lo que los lleva a pasar la mayor parte del tiempo descansando. Por lo tanto, es casi anecdótico, por no decir imposible, ver a alguno de ellos cazando.

El control poblacional de las colonias felinas de Córdoba muestra que el 79,76% de las colonias se han estabilizado, y el 64,40% han comenzado a decrecer.

Guardianes del patrimonio y embajadores de la ciudad

Los gatos de la colonia del Molino de la Abolafia se han convertido en guardianes del patrimonio y embajadores de Córdoba a nivel internacional. Junto a otras colonias de la ciudad, son aclamados en redes sociales en todo el mundo. Esto es consecuencia de una administración comprometida que apuesta por métodos científicos eficaces y éticos para proteger a los gatos, fomentar la convivencia y preservar la fauna local.

* Presidenta de Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba