En el fondo de la cuestión subyace un deseo de unidad y no de segregación. Lo quieran o no. Han hablado las matemáticas, que no mienten. Y, sin mentir un ápice, han dicho la verdad. Como no cambien los cálculos aritméticos, que es lo único que les falta, por lo demás, no se ha superado el elaborado reto independentista.