La terminación de las reformas de la calle Carbonell y Morand y plaza del Cardenal Toledo (plaza de Las Dueñas) y, por otro lado la de la calle Caño, han concluido con polémica.

Por un lado, hay que saber que corría prisa la terminación de los trabajos, con tope del 30 de noviembre para cargar estas intervenciones dentro del plan 50 Obras en 50 barrios y sufragarlas con los 2,5 millones concedidos por Hacienda. Sin embargo ayer, y aún con el tráfico restablecido, se encontraban en la calle Caño dos tapas de alcantarillas cubiertas con tablones pendientes de corregirse su cota respecto al asfalto, mientras que en la plaza del Cardenal Toledo se trabajaba en la reposición del pavimento de chino cordobés.

Según fuentes de Infraestructuras, las obras están concluidas a tiempo y las facturas se presentarán al Ministerio a tiempo, ya que hay hasta el día 4 para ello. Respecto a los trabajos en Cardenal Toledo, se trata de una intervención paralela que costea la Gerencia de Urbanismo, y que no entra en el proyecto que se factura a la Administración central.

Otro caso es la calle Caño, en donde responsables de establecimientos y residentes estudian denunciar al Ayuntamiento por haber permitido molestias y daños innecesarios a los vecinos y comercios y, sobre todo, a los trabajadores de la obra, con pasos mediante tablones que se caían, elementos punzantes dejados en la calzada o nubes de polvo con los operarios sin ninguna protección y que ha dañado a los establecimientos. La Policía Local, de hecho, ya recibió denuncias al respecto.