Con la iluminación de su fachada mediática al anochecer finalizó ayer una intensa jornada en el recién inaugurado Centro de Creación de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), cuya apertura supone para Córdoba la entrada a las corrientes más vanguardistas del arte y cumplir con una vieja reivindicación histórica, con la que también se aspira a reducir la distancia entre la ciudadanía y el arte contemporáneo y sus lenguajes y códigos. Más de doscientas personas, entre representantes políticos, de la sociedad cordobesa y del mundo de la cultura, se dieron cita en el singular y ya emblemático edificio, al que nadie puso ningún reparo y que ayer se abrió a la vida, porque «la arquitectura está para ser vivida», como señaló Enrique Sobejano, uno de sus arquitectos.

Entre la expectación y la sorpresa, los numerosos invitados a la inauguración del C3A recorrían sus pasillos y salas --en las que pudieron conocer el trabajo de Falke Pisano y Nicoline Van Harskamp--, que en algunos momentos se convertían en un auténtico laberinto entre paredes de hormigón que empezaban a sentir calor. «Es un día histórico», señaló Antonio Ruiz, presidente de la Diputación, que se mostró convencido de que «Córdoba va a contar con una infraestructura referente para la creación, para la vanguardia, por lo que nos tenemos que sentir contentos y orgullosos», una opinión compartida también por la delegada de Cultura de la institución provincial, Marisa Ruz, que añadió que «se trata de un espacio que va a generar sinergias con otras instituciones como la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí, con quien ya se están dando los primeros pasos».

Como «un punto de inflexión en las infraestructuras culturales de la ciudad» valoró la apertura de este centro el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, David Luque, mientras que el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, señaló que confía en que «la larga espera dé paso a que Córdoba se convierta en referente de creación en el arte contemporáneo». Y no fue el único en hablar de esa «larga espera». Aunque para la mayoría de los presentes la apertura del C3A fue un momento «emocionante» e «ilusionante», no faltaron las voces menos optimistas, aunque prudentes. «El edificio me parece maravilloso y el centro puede ser una plataforma para que pasen cosas en las ciudad, pero habrá que ir viendo», señaló el productor musical cordobés Fernando Vacas, mientras que el bailarín contemporáneo Paco Nevado consideró que «quizá no se ha abierto de la mejor forma, porque no hay dirección y tendrán que pasar algunos meses para que veamos realmente lo que se hace aquí». También fueron muchos los que hablaron de la necesidad de aires frescos artísticos en una ciudad rica en patrimonio histórico y, en este sentido, Mercedes Valverde, directora de los museos municipales, aseguró que «esto subsana una laguna que tenía la cultura cordobesa». Otro hito que sobrevoló ayer sobre el edificio blanco de la orilla sur del río fue el de la Capitalidad Europea de la Cultura, aquella aspiración frustrada para la que el centro sería una de sus principales bazas. «Aquí se cierra el relato del 2016», señaló el concejal de Ganemos Alberto de los Ríos, que se mostró «muy positivo», pese a las frustraciones sufridas en el entorno de Miraflores, donde «por fin algo se hace realidad», señaló el diputado socialista Antonio Hurtado. Con más o menos optimismo sobre el futuro de este nuevo equipamiento cultural, ayer la emoción se notaba en el ambiente y si hubo una frase común fue, sin duda, que «la espera ha merecido la pena».