José Suárez, de 67 años, no se anda con rodeos. "Yo he trabajado 10 años de alta en la Seguridad Social y otros 38 años y siete días como autónomo, pagando religiosamente por mi negocio, un estudio de fotografía, y al jubilarme, con 60 años porque aquello ya no me era rentable, me han quedado 400 euros de paga", explica. La escasa diferencia entre su pensión y una no contributiva, de 350 euros, le lleva a pensar que la balanza está muy desequilibrada. "Alguien nos está robando de nuestras pensiones, de lo que hemos cotizado, o si no que me expliquen para qué he estado trabajando toda la vida si al final me ha quedado casi igual que a otro que no haya pagado nada". Aunque es viudo, no tiene derecho a pensión de viudedad. En su opinión, tras la reforma de pensiones, "solo los funcionarios con un puesto vitalicio y los políticos van a cobrar el 100% de su paga, el resto se va a quedar con lo que le dejen, todo esto es un negocio, vergüenza debía dar a los que gobiernan vender algo así".