Las celebraciones de la primera comunión han descendido casi a la mitad desde el ejercicio 2004, atendiendo a los datos registrados por las parroquias cordobesas. De este modo, las cifras del 2011 (el último año cerrado) apuntan que este sacramento fue recibido por 3.717 niños en la provincia frente a los 7.058 de hace siete años, y el delegado diocesano de Catequesis, Adolfo Ariza, ha explicado que esta variación "coincide con el descenso de la natalidad", mientras que la crisis económica ha influido, sobre todo, en la fiesta posterior de las familias, que en la actualidad es algo más moderada.

Estos números han ido oscilando con los años (a principios de la década eran igual de bajos) y no incluyen las primeras comuniones que se realizan en los colegios religiosos, que en algunos casos tienen lugar en el propio centro. El delegado de Catequesis recuerda, asimismo, que más del 90% de los estudiantes de Primaria opta por la asignatura de Religión, por lo que esta celebración continúa teniendo "una gran repercusión social y desde la fe, porque por primera vez participas de la misa".

En esta línea, en referencia a los cambios sociales que se han experimentado en los últimos tiempos, Adolfo Ariza admite que hay casos "esporádicos" en los que los padres deciden no bautizar a sus hijos, pero siguen siendo mayoritarias las familias que sí lo hacen. Los datos apuntan que en el 2011 se contabilizaron 5.216 bautismos en Córdoba, lo que ha supuesto una reducción de alrededor del 30% (también desde el 2004). Así, Adolfo Ariza aclara que en ocasiones estos niños son bautizados para poder tomar la primera comunión, y cuando proceden de un país extranjero, "suelen adaptarse y entrar en el caminar del resto de los compañeros".

Córdoba cuenta con 2.973 catequistas que se dedican, principalmente, al trabajo con la infancia. Los niños que van a tomar la primera comunión suelen participar en una formación que dura entre tres y dos años, y el delegado de Catequesis precisa que para la Iglesia "también es relevante implicar a los padres en este proceso". En este sentido, afirma que "es un reto continuar atrayendo" a jóvenes y adultos que han sido bautizados, pero que se han alejado de la fe cristiana, y de hecho, se ha incrementado el número de personas que deciden confirmarse, que fueron 2.633 en el 2011, un 13% más que hace siete años.

Por otro lado, la celebración de matrimonios sí ha experimentado un descenso relevante desde el inicio de la crisis económica (en torno al año 2007) y ha bajado un 44% hasta situarse en las 1.806 uniones. En estos momentos, no obstante, una de las tareas más relevantes está siendo el acompañamiento a ciudadanos que viven dificultades y Adolfo Ariza ha recordado que, si la labor de Cáritas "es ingente", en su opinión "la solución al sufrimiento no es solo económica, sino moral". Un aspecto confirmado por los párrocos, que apuntan que muchas personas llegan a sus iglesias tanto para pedir ayuda como para compartir sus problemas.