La Mezquita--Catedral de Córdoba fue ayer el escenario de un enfrentamiento violento entre vigilantes, policías y turistas musulmanes que trataron de rezar en el interior del templo. De este modo, la polémica sobre la posibilidad de convertir el recinto en ecuménico ha experimentado un nuevo incidente protagonizado, según destacaron fuentes de la Policía Nacional, por algunos visitantes austríacos.

El Obispado de Córdoba informó a este periódico en un comunicado de que el grupo estaba compuesto por un total de 118 turistas extranjeros "que provocaron de manera organizada un reprobable episodio de violencia". Según informó la Policía Nacional, este incidente, en el que también intervino la Policía Local, finalizó con dos personas detenidas y una de ellas era una mujer.

La Policía también indicó que el incidente comenzó cuando seis turistas austríacos trataron de realizar sus oraciones bajo el culto musulmán dentro de la Mezquita--Catedral. Los agentes afirmaron que dos de los visitantes se enfrentaron a la vigilancia privada del templo y a las propias Fuerzas de Seguridad. Así, un total de quince agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional de la Comisaría de Córdoba se desplazaron hasta el lugar y detuvieron a los dos visitantes que fueron más agresivos.

De acuerdo con las declaraciones de fuentes policiales, uno de estos turistas portaba un cuchillo de grandes dimensiones y amenazó a uno de los profesionales de la seguridad privada y también a un agente, por lo que se le imputó un delito de tentativa de homicidio. El enfrentamiento finalizó con un agente y un vigilante de seguridad heridos leves.

La Diócesis de Córdoba afirmó en su nota que lamentaba "el desagradable incidente ocurrido esta tarde en el recinto de la Santa Iglesia Catedral", y aseguró que los guardias de seguridad cumplieron el protocolo del centro de informar a los turistas sobre la prohibición de realizar actos de culto musulmán en el interior del recinto. En este sentido, según manifestaron fuentes del Obispado, la seguridad privada de la Mezquita invitó a los visitantes a continuar el recorrido o abandonar el edificio, pero estos turistas "respondieron agrediendo a dos de los guardias".

Además, desde la Diócesis señalaron que "los dos guardias de seguridad han sufrido serias lesiones físicas en sus personas". La Iglesia pide a los cristianos "que recen en estos días santos para que ninguna persona o institución legitime el uso de la violencia por ninguna causa". Las mismas fuentes solicitaron que estos incidentes no vuelvan a repetirse en el futuro e insistieron en que lo ocurrido ayer "no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica".