La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha afirmado hoy rotundamente que no va a gobernar con el PP, con un partido que "ha hecho tanto daño a la gente", en caso de que el PSOE ganara las elecciones del 22 de marzo pero no lograra la mayoría absoluta, y ha asegurado que tampoco pactaría con Podemos.

"He dicho con claridad que yo no voy a gobernar con el PP, lo que pase el día después de las elecciones lo van a decidir los ciudadanos con su voto y yo aspiro a gobernar en solitario, a que los ciudadanos me den una mayoría amplia para que Andalucía tenga un presente y un futuro mejor", ha subrayado en una entrevista en Telecinco.

Aunque ha dicho que no le preocupan los pactos en este momento y que "las urnas dirán", ha asegurado que tampoco va a gobernar con Podemos y, sobre la posibilidad de una nueva alianza con IU, ha dejado claro que "el límite es que Andalucía no puede ser moneda de cambio para otras cosas" y ha considerado que dicha formación está en la "estrategia de convergencia" con Podemos.

Ha anunciado que participará en los debates electorales que acuerden los partidos porque es una "oportunidad" poder "mostrar las propuestas" y ha asegurado que no hará "como Javier Arenas, que no fue al debate, no sé -ha dicho- si porque le temblaron las piernas".

Díaz ha rechazado que el liderazgo del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sea "débil" y, tras recordar que fue el elegido por los militantes, ha negado que exista una "lucha interna" entre ambos con motivo de las primarias para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno.

Ha explicado que el "conflicto" surgió cuando ella entendió que tenía que "ayudar a coser en España, como en Andalucía", algo que hizo y que va a "seguir haciendo siempre" con la voluntad "de unir, de construir", tras lo que ha subrayado que Sánchez "tiene que gestionar por delante un momento muy difícil, en un momento en que los ciudadanos no creen en la política".

"Tenemos una relación fluida, él sabe perfectamente que tiene mi apoyo, no me interesa estar en las primarias, voy a estar en Andalucía, que es mi pasión y compromiso", ha reiterado hoy.

No obstante, ha dicho que no va a apoyar a nadie en las primarias "por responsabilidad", porque no quiere "influir" en el conjunto de los militantes, que tienen que tener "libertad" cuando voten.

Ha negado que el expresidente del Gobierno Felipe González haya influido en su decisión de adelantar las elecciones andaluzas, entre otras cosas porque es una persona que "no da su opinión si no le preguntas", y ha reiterado que ha convocado los comicios "pensando en los andaluces".

Ha vuelto a responsabilizar a IU de la ruptura del pacto de coalición y ha opinado que "cuando se está en esa coyuntura, hay que darle la voz a la gente sin miedo".

Ha acusado al Gobierno central de haber "machacado" a Andalucía, al haber "recortado todo lo recortable", además de recurrir leyes "tan sensibles" como la de la función social de la vivienda, y ha subrayado que los andaluces "lo saben y lo evaluarán cuando llegue la hora".

Respecto a la polémica por la inclusión en la Diputación Permanente del Parlamento de tres exconsejeros señalados en el caso de los ERE, ha exigido "respeto" tras considerar "muy peligroso" aludir a "la figura del señalado o de estar en una lista".

"No va a haber ningún imputado con delito en ninguna Cámara, aquí no hay nadie imputado ni lo va a haber", ha remachado.

Sobre el nuevo gobierno de Grecia, ha indicado que las dos primeras decisiones adoptadas le parecen "decepcionantes", en referencia al pacto con la derecha y a "no tener ni una sola mujer en el Gobierno", lo que es una "involución que Europa no merece".